La causa del síndrome del ovario poliquístico podría aparecer antes del nacimiento.

Hace poco más de dos años se realizó una investigación, la cual afirmaba que la causa más común de infertilidad femenina, el síndrome de ovario poliquístico, puede deberse a un desequilibrio hormonal antes del nacimiento. En ese entonces, el hallazgo había conducido a una cura en ratones, poniéndose en marcha una carrera para llevar el método experimental a ensayos clínicos en mujeres afectadas.

De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud, el síndrome de ovario poliquístico afecta a una de cada cinco mujeres en todo el mundo, tres cuartas partes de las cuales luchan por quedar embarazadas. La condición se caracteriza típicamente por altos niveles de testosterona, quistes ováricos, ciclos menstruales irregulares y problemas para regular los niveles de glucosa sérica, pero las causas habían sido un misterio. “Es, con mucho, la condición hormonal más común que afecta a las mujeres en edad reproductiva, pero no ha recibido mucha atención”, dice Robert Norman, de la Universidad de Adelaida en Australia.

Hay tratamientos disponibles para ayudar a las mujeres afectadas a quedar embarazadas, pero sus tasas de éxito suelen ser inferiores al 30% en cinco ciclos menstruales.

Síndrome de ovario poliquístico -
Ecografía de un ovario poliquístico.

En un estudio publicado hace poco más de dos años, Paolo Giacobini en el Instituto Nacional Francés de Salud e Investigación Médica y sus colegas descubrieron que el síndrome puede ser desencadenado antes del nacimiento por una exposición excesiva en el útero a una hormona llamada hormona hormona antimulleriana. Los investigadores descubrieron que las mujeres embarazadas con síndrome de ovario poliquístico tienen niveles 30% más altos de hormona anti-Müller de lo normal. Dado que se sabe que el síndrome se da en familias, se preguntaban si este desequilibrio hormonal en el embarazo podría inducir la misma condición en sus hijas.

Para probar esta idea, los investigadores inyectaron un exceso de hormona antimülleriana en ratones embarazadas. A medida que su descendencia femenina creció, mostraron muchas de las características del síndrome de ovario poliquístico, incluida la “pubertad” tardía, la ovulación infrecuente, los retrasos en el embarazo y menos descendencia. El exceso de hormona pareció desencadenar este efecto al estimular en exceso un conjunto de células cerebrales que elevan el nivel de testosterona.

En aquel entonces, el equipo pudo revertir este efecto en los ratones usando cetrorelix, un medicamento de FIV que se usa habitualmente para controlar las hormonas femeninas. Después del tratamiento con este medicamento, los ratones dejaron de mostrar síntomas de síndrome de ovario poliquístico.

Desde ese descubrimiento, el equipo de investigadores planeó llevar a cabo las pruebas en ensayos clínicos de cetrorelix en mujeres con la afección. “Podría ser una estrategia atractiva para restablecer la ovulación y eventualmente aumentar la tasa de embarazos en estas mujeres”, dice Giacobini. “Es una nueva forma radical de pensar sobre el síndrome de ovario poliquístico y abre toda una gama de oportunidades para una mayor investigación”.

Los hallazgos también pueden explicar por qué las mujeres con el síndrome parecen quedar embarazadas con mayor facilidad a finales de los 30 y principios de los 40. Se sabe que los niveles de hormonas antimullerianas disminuyen con la edad, lo que generalmente indica una fertilidad reducida. Pero en las mujeres que comienzan con niveles altos, las disminuciones relacionadas con la edad pueden llevarlas al rango de fertilidad normal, aunque esto todavía necesita ser probado.

DOI: org/10.1038/s41591-018-0035-5

Una versión inicial de este artículo se publicó en Nature Medicine.

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Alan Steve tiene una licenciatura en Bioquímica Clínica por la Universidad Nacional Autónoma de México y hace trabajo de investigación en la Unidad de Genética y Diagnóstico Molecular del Hospital Juárez de México. En internet, Alan es fundador de la comunidad Enséñame de Ciencia.