James Webb acaba de detectar indicios de componentes básicos para la vida en una nube helada

Esta imagen de la cámara de infrarrojo cercano (NIRCam, por sus siglas en inglés) del telescopio espacial James Webb de la NASA presenta la región central de la nube molecular oscura de Camaleón I. (Crédito: NASA, ESA, CSA y M. Zamani (ESA); Investigación científica: M. K. McClure (Observatorio de Leiden), F. Sun (Observatorio Steward), Z. Smith (The Open University) y el equipo ERS de Ice Age).

El Telescopio Espacial James Webb (JWST) acaba proporcionar inventario detallado de los hielos más profundos y fríos que se hayan medido hasta la fecha en una nube molecular. No todo son bloques de hielo de agua, el observatorio detectó una amplia gama de moléculas que podrían convertirse en los componentes básicos de la vida.

Según informan los colaboradores de la NASA, un equipo internacional de astrónomos que utilizan el Webb obtuvo un inventario detallado de la región central de la nube molecular oscura Camaleón I que se encuentra a 630 años luz de distancia. Algo muy interesante es que además de hielo de agua, los investigadores encontraron formas congeladas de una amplia gama de moléculas, desde sulfuro del carbonilo, amoníaco y metano, hasta la molécula orgánica compleja más simple, el metanol. Para considerarse una molécula orgánica compleja estas deben tener al menos 6 átomos.

Durante el comienzo de una estrella se requiere un ambiente muy frío antes de que se calienten, por lo que el hielo y las bajas temperaturas en estas regiones resultan ideales. Por otra parte, si queremos formar un planeta habitable, el hielo y las moléculas orgánicas complejas son componentes esenciales. Los elementos clave son: carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno y azufre (denominados aquí como CHONS).

“Nuestros resultados brindan información sobre la etapa química inicial y oscura de la formación de hielo en los granos de polvo interestelar que crecerán hasta convertirse en guijarros del tamaño de un centímetro, a partir de los cuales se forman los planetas en los discos”, dijo en un comunicado Melissa McClure, astrónoma del Observatorio de Leiden en los Países Bajos, quien es la investigadora principal de este programa de observación y autora principal del artículo científico que describe este resultado. “Estas observaciones abren una nueva ventana para conocer las vías de formación de las moléculas simples y complejas que se necesitan para fabricar los componentes básicos de la vida”.

Los científicos también encontraron evidencia de moléculas más complejas que el metanol y, aunque no atribuyeron definitivamente estas señales a moléculas específicas. De esto podemos aprender, por primera vez, que las moléculas complejas se forman en las profundidades heladas de las nubes moleculares antes de que nazcan las estrellas. Es decir, los componentes que posteriormente propician las condiciones para la vida se encuentran incluso antes de la formación del sistema.

“Nuestra identificación de moléculas orgánicas complejas, como el metanol y potencialmente el etanol, también sugiere que los muchos sistemas estelares y planetarios que se desarrollan en esta nube en particular heredarán moléculas en un estado químico bastante avanzado”, agregó Will Rocha, astrónomo del Observatorio de Leiden, quien contribuyó a este descubrimiento. “Esto podría significar que la presencia de precursores de moléculas prebióticas en los sistemas planetarios es un resultado común de la formación de estrellas, en lugar de una característica única de nuestro propio sistema solar”.

Este descubrimiento es exclusivamente gracias al JWST. En regiones tan frías y densas la mayor parte de la luz de fondo está bloqueada, por lo que se requiere necesariamente de las habilidades infrarrojas de Webb. La exquisita sensibilidad del telescopio permitió a los investigadores estudiar cómo las moléculas heladas del interior absorbían la luz de las estrellas más allá de la nube molecular. Este proceso nos dejó “huellas dactilares químicas” o líneas de absorción, que podrían compararse con datos de laboratorio para identificar las moléculas.

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