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El peculiar caso de un hombre que se “recuperó” del linfoma de Hodgkin después de padecer COVID-19.

Nuestro cuerpo es un sistema dinámico que aún no comprendemos en su totalidad. Si bien el sistema menos explorado de todos es el sistema nervioso central (principalmente el cerebro), son muchos los aspectos a nivel celular (y molecular) que la ciencia médica desconoce. Así pues, existen situaciones en las cuales el sistema inmunológico logra erradicar las enfermedades por su propia cuenta sin ningún tipo de ayuda de agentes xenobióticos, como en algunas enfermedades infecciosas.

El cáncer es un conjunto de enfermedades que comparten un origen en común: alteración del ciclo celular, el cual puede ser desencadenado por múltiples factores. Cuando el cáncer se hace presente, es el propio sistema inmunológico el que trata de erradicarlo, a través de las múltiples células citotóxicas que se desempeñan en la eliminación de las células corporales defectuosas. Sin embargo, puede llegar el punto en el que pierden la batalla debido a múltiples factores.

Ahora, parece ser que el sistema inmunológico hiperactivado por un virus en específico, produjo algo casi “imposible” en una persona.

A principios de 2021, un equipo de médicos del Departamento de Hematología del Royal Cornwall Hospital, en Reino Unido, reportaron el primer y único caso documentado hasta el día de hoy, de un paciente masculino de 61 años de edad, donde se vio reducida su condición (se podría decir que se “recuperó”) de Linfoma de Hodgkin (un tipo de cáncer del sistema linfático) 4 meses después de contagiarse con el virus SARS-CoV-2 y padecer COVID-19.

El paciente en cuestión había sido diagnosticado con Linfoma de Hodgkin en etapa III desde hace 3 años, periodo en el cual había estado sin terapia inmunosupresora después de un trasplante renal fallido. Además, el diagnóstico molecular mediante PCR (reacción en cadena de la polimerasa) había revelado la presencia del virus del Epstein-Barr en los ganglios supraclaviculares. Por tal motivo, su pronóstico no era favorable.

Poco después del diagnóstico, ingresó a urgencias por dificultad para respirar; el diagnóstico molecular reveló SARS‐CoV‐2 y fue diagnosticado con COVID-19. Sin embargo, cuatro meses después de su ingreso por COVID-19, el equipo médico se percató que la linfadenopatía palpable por el cáncer se había reducido casi en su totalidad; además, la carga viral por Epstein-Barr había disminuido considerablemente.

Aunque los médicos que llevaron el caso no tienen una respuesta concreta sobre qué fue lo que propició que este paciente disminuyera drásticamente su condición de Linfoma, plantean una hipótesis en donde la infección por SARS-CoV‐2 desencadenó una respuesta inmunitaria antitumoral, con activación de células asesinas naturales por citocinas inflamatorias producidas en respuesta a la infección.

 

Los hallazgos han sido reportados en British Journal of Haematology, y los puedes ver aquí.

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Alan Steve tiene una licenciatura en Bioquímica Clínica por la Universidad Nacional Autónoma de México y hace trabajo de investigación en la Unidad de Genética y Diagnóstico Molecular del Hospital Juárez de México. En internet, Alan es fundador de la comunidad Enséñame de Ciencia.

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