Cómo cocer los frijoles para evitar que causen exceso de gases
Los frijoles son un alimento que tienen una fuerte importancia económica, biológica y gastronómica. Esta leguminosa es fuente de proteínas e hidratos de carbono natural; además es abundante en vitamina B como: niacina, ácido fólico y tianina; también proporciona hierro, cobre, zinc, fósforo, potasio, magnesio y calcio, contiene un alto contenido de fibra, por lo que es considerado un alimento con una excelente cantidad de nutrientes.
Los frijoles han formado parte de la dieta de los mexicanos, al igual que de su economía desde tiempos prehispánicos, por lo que forma parte de la cultura gastronómica de México.
El frijol se encuentra presente en múltiples platillos mexicanos desde el norte del país hasta el sur del territorio mexicano, además de, ser una planta que es utilizada en su totalidad para el consumo.
Se cuenta con más de 150 variedades de frijoles y son altamente consumidos en diversas partes del mundo. Sin embargo, muchos relacionan el consumo de esta legumbre con la presencia de flatulencias, gracias a su rico contenido de fibra, oligosacáridos y fitatos, carbohidratos que el cuerpo humano no digiere con facilidad, debido a la ausencia de algunas enzimas.
Una vez que uno ingiere estos alimentos y llegan al intestino, estos se empiezan a fermentar debido a la actividad de las bacterias intestinales, produciendo gases que dan una sensación de inflamación y flatulencias.
Los frijoles son un alimento, muy rico, nutritivo y económico, al cual las personas no están dispuestas a renunciar, a pesar de la incomodidad que tengan que pasar durante algunas horas por la producción de gases.
La próxima vez que decidas preparar algún alimento que contenga este delicioso producto, no tendrás que pensar 2 veces en las consecuencias, pues, te enseñaremos la manera correcta de llevar a cabo la cocción de los frijoles y evitar la formación de gases tras su consumo.
¿Cómo cocer los frijoles y evitar flatulencias?
De acuerdo con Mayo Clinic, lo primero que tienes que considerar es limpiar los frijoles de forma habitual (retirar las piedras que puedan tener) y cubrir con agua (1 litro por cada 500 gramos) en un recipiente de plástico o cristal. Deja reposar durante 12 horas.
Si no cuentas con tanto tiempo, existe otro método que te hará ahorrar horas, consiguiendo los mismos resultados.
Lo único que tienes que hacer es poner a hervir medio kilogramo de frijoles con 10 tazas de agua. Una vez que rompa en hervor, apaga el fuego y reserva de 1 a 4 horas a temperatura ambiente.
Durante este proceso de remojo, cambia en repetidas ocasiones el agua sucia (recuerda que puedes reciclarla, para el riego de plantas). El líquido que deseches, contendrá parte del carbohidrato indigerible que produce los gases.
Hierve los frijoles a fuego lento, esto también ayudará a su fácil digestión y para potenciar el efecto, agrega una cucharada cafetera de bicarbonato y epazote, ambos ingredientes ayudarán a contrarrestar los gases.
Por último, cuando tengas una ingesta mayor de esta legumbre, no olvides tomar agua y realizar ejercicio, esto facilitará el procesamiento de la fibra.
Siguiendo estos pasos, podrás seguir disfrutando de tus platillos favoritos sin preocuparte por las incómodas flatulencias.