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4 motivos cruciales por los que siempre deberías lavar el arroz antes de cocinarlo

Cocinar es una actividad que la mayoría de las personas tienen que desempeñar en algún momento de su vida. Una de las primeras comidas que te adentra en el mundo de la cocina, es el arroz.

El arroz es la semilla de la planta Oryza sativa o de Oryza glaberrima y base muchos platillos alrededor del mundo.

Esta semilla es de importancia económica y gastronómica, lo que ha hecho que sea el segundo cereal más producido en el mundo, detrás del maíz. Este alimento se puede dividir en arroz blando e integral, siendo los principales representantes, sin embargo, existen más de 8 variedades.

Las diferentes cocinas en el mundo ofrecen una experiencia única a los comensales y, la forma de preparar el arroz, no es la excepción.

En países asiáticos, este platillo suele prepararse a través del hervor de la semilla en agua. Una vez que el líquido se redujo, se deja enfriar y se condimenta; muy diferente a lo que sucede en América, dónde, el arroz (puede o no) se ablanda y posterior a esto se fríe con aceite. Una vez que adquirió un tono tostado, se agrega una mezcla líquida que contiene los condimentos (según el tipo de arroz que se decida preparar), se deja hervir y evaporar a fuego bajo, hasta estar seco y listo para servir.

Sin duda alguna, algunas recetas podrían resultar más saludables que otras y la variedad de sabores y combinaciones que surgen a raíz de este cereal (con el cual también se elaboran postres), puede ser inimaginable.

Sin embargo, existe un debate entorno a este delicioso alimento, que, durante años, las personas se han cuestionado.

¿El arroz debe de lavarse o no?

En diferentes cocinas (Japón, Corea, India) uno de los pasos antecesores a cualquier receta es, enjuagar el arroz con abundante agua, hasta que este deje de salir en un tono lechoso y sea casi transparente, nuevamente.

Por otra parte, existen regiones en las que este paso se suprime y esto depende totalmente de costumbres, pero también, del resultado final que obtendrás.

Al respecto, se han pronunciado diferentes expertos, quienes aseguran que eliminar el exceso de almidón que contienen las semillas de arroz modifica la textura final del platillo. «Da al producto cocido y terminado una textura esponjosa con granos de arroz separados», explicó el científico culinario experto en arroz, Matt Slem en el sitio oficial de Martha Stewart.

También existen otros factores que podrían impactar directamente tu salud, motivo suficiente para poner en práctica el lavado del arroz.

  1. De acuerdo a un estudio, realizar este paso previo a la cocción ayuda a eliminar los niveles de metales pesados que se encuentren albergados en los granos de arroz. Sin embargo, la Organización de Alimentos y Agricultura de Estados Unidos, menciona que enjuagar el alimento podría generar que se pierda una cantidad importante de nutrientes.
  2. La Administración de Drogas y Alimentos expresa que el arroz absorbe grandes cantidades de arsénico, más que otros granos, por lo que remojar el arroz puede ayudar a disminuir la cantidad de este metaloide.
  3. Si decides lavar el arroz también puedes eliminar contaminantes provenientes del empaque, así como retirar posibles animales.
  4. Pero tengamos en cuenta que lavar y remojar no es lo mismos, mientras que con uno conseguimos un producto más limpio, el segundo método ayuda a reducir el tiempo de cocción.

Manoj Menon, un científico medioambiental del suelo de la Universidad de Sheffield, sugiere un nuevo método:

  1. Coloca cuatro tazas de agua por cada taza de arroz que vayas a cocinar.
  2. En una olla deja que el agua con el arroz hierva. Deja el hervor por 5 minutos.
  3. Pasado el tiempo, con un colador, elimina el agua de la cocción.
  4. Coloca los granos nuevamente en la olla, esta vez con dos tazas de agua fresca.
  5. Termina de cocinar el arroz a fuego medio, con tapa, hasta que se absorba por completo el resto del agua.
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