Nueva terapia logró mejorar la capacidad intelectual en personas con síndrome de Down

Un nuevo estudio publicado el día de hoy en la prestigiosa revista Science reportó la mejora significativa de las habilidades cognitivas en un grupo de individuos con síndrome de Down que fueron sometidos a un tratamiento hormonal experimental. Esta investigación resulta prometedora para mejorar la calidad de vida de las personas que viven con esta condición.

El síndrome de Down es una alteración genética causada por la existencia de material genético extra. Como bien sabemos, de manera normal, cada célula que nos conforma almacena la información genética en 23 pares de cromosomas, en el caso de las personas que tienen esta condición, sus células tienen una parte o un cromosoma 21 entero extra.

Este material genético adicional propicia los cambios en el desarrollo y en las características físicas relacionados con el síndrome de Down, incluyendo la discapacidad intelectual, que es uno de los rasgos que, clínicamente hablando, caracteriza en mayor medida a los individuos que viven con esta condición.

Según las estimaciones, el síndrome de Down es la discapacidad intelectual más frecuente a nivel mundial, padeciéndola 1 de cada 1000 personas. Además de esto, al ser una enfermedad genética, esta no tiene cura y la terapia se enfoca en mejorar sus habilidades físicas e intelectuales mediante atención especializada por profesionales de la salud.

Ahora, esta reciente investigación ha encontrado una forma de mejorar significativamente la cognición de personas que padecen esta condición, lo que parece algo único y realmente prometedor, aunque hay ciertas cuestiones que se deben tomar en cuenta.

El tratamiento experimental se basó en administrar cada dos horas durante un periodo de seis meses hormona liberadora de gonadotropina (GnRH) en siete hombres con síndrome de Down de entre 20 y 50 años. Como medida de seguimiento se realizaron pruebas en cada individuo para valorar su cognición y olfato (la pérdida de olfato también es un síntoma común del síndrome de Down), así como resonancias magnéticas.

Los resultados fueron increíbles, según se describe en el reporte, seis de los siete hombres del estudio piloto mostraron una mejora en la cognición y en la conectividad cerebral sin efectos secundarios significativos.

«Hemos visto una mejora de entre un 10 y un 30 % en las funciones cognitivas, en particular con la función visoespacial, la representación tridimensional, la comprensión de las instrucciones y la atención», dijo Nelly Pitteloud, autora del estudio.

Este estudio es la continuación de una primera investigación en roedores de laboratorio como modelos de síndrome de Down en los cuales se descubrió que la regulación para la producción de GnRH era anormal, lo que conducía a una expresión disminuida, esto inclusive antes de la aparición de los déficit cognitivos u olfativos.

Cuando los investigadores administraron GnRH a estos ratones, con la finalidad de que los organismos tuvieran esta hormona en los niveles normales, pudieron descubrir que se lograba restablecer algunas funciones cognitivas y del olfato, lo que sin duda alguna era un tratamiento que merecía la pena probar en humanos, tomando en cuenta que si bien esta terapia es experimental para esta condición, resulta eficaz y segura para aliviar otros padecimientos.

Esta investigación comprueba lo que hace un tiempo se había demostrado acerca de que la regulación adecuada de GnRH tiene un efecto cerebral importante sobre las capacidades cognitivas como la memoria, el lenguaje y el aprendizaje.

Es necesario destacar que lo más importante de esta nuevo estudio es que puede abrir camino para futuros ensayos clínicos, ya que el número de población en la cual se observó esta mejoría es modesta, así que aún falta realizar más investigación para evaluar la eficacia y seguridad.

«No vamos a curar los trastornos cognitivos de las personas con síndrome de Down, pero la mejora observada en nuestros resultados ya parece lo suficientemente fundamental como para esperar mejorar su calidad de vida», dijo Pitteloud.

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