Estos son los productos de aseo con los cuales NUNCA debes mezclar el cloro

Es vital para nuestra salud mantener una rutina de limpieza diaria en nuestro hogar, sin embargo, se debe tener en cuenta que mezclar ciertos productos de higiene para lograr este cometido puede ser realmente peligroso al ponerse en riesgo de intoxicarse y afectar de manera importante distintas partes del organismo.

En este sentido, a pesar de que combinar ciertos artículos de aseo con cloro (también conocido como lejía o lavandina) suele ser una práctica de higiene muy normalizada para numerosas personas, puesto que se cree que las mezclas obtenidas mejoran la desinfección o limpieza, la realidad es que en el afán de mantener impecables sus viviendas pueden estar poniendo en riesgo su salud.

De esta manera, el cloro es seguro y no supone ningún riesgo para las personas cuando se utiliza de manera adecuada siguiendo las indicaciones que se encuentran en su etiqueta, sin embargo, cuando se mezcla con otros productos de aseo, se propicia una reacción química que produce la formación de gases tóxicos y peligrosos para la salud. Así, aquí te explicaremos cuáles son tales artículos de limpieza con los cuáles NUNCA debes mezclar con cloro y por qué.

Mezclas que debes evitar

  • Cloro y productos que contengan amoníaco (también descrito como amonia)
  • Cloro y alcohol (o productos que contengan alcohol)
  • Cloro y agua oxigenada
  • Cloro y vinagre
  • Cloro y productos que contengan ácido clorhídrico (se conoce comercialmente como ácido muriático)
  • Cloro y productos que contengan ácido cítrico

¿Qué es lo que se produce al realizar estas mezclas?

Las mezcla de cloro con vinagre, productos que contienen ácido clorhídrico o ácido cítrico generan gas cloro, el cual es un componente altamente tóxico que es un severo irritante de mucosas y piel; se indica que, tras una exposición ligera, puede provocar irritación y quemaduras graves en los ojos, piel y tracto respiratorio, congestión nasal, tos, dolor de cabeza y pecho, dificultad para respirar, náuseas y disminución de la función pulmonar. Asimismo, se reporta que, ante exposiciones severas de este compuesto químico, se puede producir traqueobronquitis ulcerativa, edema pulmonar, falla respiratoria y muerte.

Por su parte, la mezcla de cloro y alcohol propicia la formación de cloroformo, un gas tóxico que puede ocasionar irritación y quemaduras en piel y ojos, paro respiratorio, arritmias, paro cardíaco, náuseas, vómitos, irritación gastrointestinal y daño en hígado y riñones. Además, el cloroformo está clasificado como carcinogénico, por lo cual, tras su exposición continua, puede producir cáncer.

En cuanto a la combinación de cloro con agua oxigenada se forman cloratos y percloratos que son irritantes para las mucosas de los ojos, garganta y pulmones. Por último, la mezcla de cloro con amoníaco produce un gas tóxico denominado cloramina que, según su hoja de seguridad,  provoca daños en los ojos, piel, pulmones e hígado; es capaz de ocasionar dificultad para respirar y hepatotoxicidad, además, al igual que el cloroformo, es un compuesto carcinogénico.

De esta manera, resulta vital para su salud evitar la combinación de los productos mencionados; pese a lo que se puede creer, en realidad cada uno de los artículos de aseo está formulado para cumplir su función de limpieza o desinfección sin necesidad de realizar ningún tipo de combinación.

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