Señales CLARAS que le pasan a tu cuerpo cuando tu hígado está enfermo, ¡atento!
El hígado es un órgano gigante en forma característica que hace un trabajo bastante peculiar dentro de nuestro cuerpo. Está ubicado en la parte superior derecha de nuestro abdomen, justo debajo de las costillas. Podríamos llamar al hígado el «limpiador» del cuerpo, ya que descompone los alimentos que comemos y elimina cosas tóxicas de nuestra sangre.
Cuando comemos, nuestro cuerpo toma los nutrientes buenos de los alimentos y los convierte en energía para que podamos jugar, correr y hacer todas las cosas que nos gustan. Pero, como en cualquier fábrica, hay algunos desechos que necesitan ser eliminados. Aquí es donde entra en juego el hígado; toma esos desechos y los convierte en algo que podemos eliminar de manera segura.
Ahora bien, ¿cómo podemos ayudar a nuestro hígado a hacer su trabajo de manera eficiente?
Bueno, la respuesta es simple: con hábitos de vida saludables. Comer alimentos saludables, como frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras, proporciona a nuestro hígado los nutrientes que necesita para funcionar correctamente. Además, limitar el consumo de alcohol y evitar alimentos grasos y procesados ayuda a proteger el hígado de daños.
El ejercicio también es importante. No solo nos ayuda a mantenernos en forma, sino que también ayuda a mantener nuestro hígado sano. El ejercicio regular ayuda a controlar nuestro peso y reduce el riesgo de enfermedades que pueden dañar el hígado, como la diabetes tipo 2.
Ahora hablemos sobre algo importante: ¿cómo sabemos si nuestro hígado no está funcionando bien?
Bueno, nuestro cuerpo nos envía señales, y una de esas señales puede ser manchas en la piel. Estas manchas pueden ser rojas o incluso hacer que la piel se vea más oscura. Aunque no todas las manchas en la piel significan que hay un problema con el hígado, algunas sí lo hacen.
Por ejemplo, si ves pequeñas manchas rojas en tu piel (conocidas como angiomas) podrían ser un signo de que tu hígado no está funcionando bien, pues está directamente relacionado con la cirrosis hepática. También, si notas que tu piel se está poniendo más oscura, especialmente en la cara, podría ser una señal de que hay algo mal en el hígado.
Pero las manchas en la piel no son la única señal de que algo anda mal con el hígado. También puedes experimentar fatiga, dolor en el abdomen, pérdida de apetito y cambios en el color de tu orina y heces. Si experimentas alguno de estos síntomas, es importante que hables con un médico para que te revisen.
Otro aspecto importante es cuando te haces los estudios pertinentes, cuando vayas a la clínica de tu preferencia pídete una bioquímica sanguínea de 30 elementos y un perfil hepático, ahí verás dos factores llamados ALT y AST, que son proteínas que pueden verse alteradas cuando tienes alguna enfermedad del hígado, en este caso, se encuentran elevadas por encima de su nivel o rango ideal.
