¿Qué debe hacer una tripulación si el avión se queda sin oxígeno?
El miedo a volar es algo que muchas personas experimentan en algún momento de sus vidas. Uno de los temores más comunes que rodean a los vuelos comerciales es la posibilidad de que un avión se quede sin oxígeno en su sistema de presurización. Si bien esta situación es extremadamente rara gracias a las estrictas medidas de seguridad en la industria de la aviación, es importante saber qué podría ocurrir y cómo actuar en caso de que se presentara una emergencia de este tipo.
¿Qué es el sistema de presurización y por qué es tan importante en un avión?
Cuando subimos a un avión y despegamos hacia el cielo, el ambiente a altitudes elevadas se vuelve extremadamente hostil para los seres humanos. La presión del aire disminuye y, con ella, la cantidad de oxígeno disponible para respirar. Para contrarrestar esto, los aviones están equipados con sistemas de presurización que mantienen la cabina a una presión y nivel de oxígeno adecuados, similares a los que experimentamos a nivel del mar.
El sistema de presurización es esencial para la seguridad y comodidad de los pasajeros y la tripulación durante el vuelo. Sin él, la falta de oxígeno podría llevar a la hipoxia, una condición que causa confusión, pérdida de conciencia y, en casos extremos, la muerte.
¿Qué sucede si falla el sistema de presurización?
Hace casi un año, un vuelo de Viva Aerobus vivieron un evento de amplio pánico en el avión al quedarse sin oxígeno. Aunque es poco probable que ocurra, un fallo en el sistema de presurización podría tener consecuencias graves. En primer lugar, los pasajeros pueden notar que los tapones de los oídos comienzan a reventar debido a la diferencia de presión. Esto sería una señal de alarma para la tripulación y el piloto.
En caso de que el sistema de presurización falle, los pilotos están capacitados para tomar medidas inmediatas. La seguridad de los pasajeros es su máxima prioridad. Los pilotos descenderán a una altitud más baja, generalmente por debajo de los 10,000 pies, donde la presión del aire es suficiente para respirar sin problemas. Este descenso es una medida crucial para garantizar que todos a bordo tengan suficiente oxígeno.
¿Cómo deben reaccionar las azafatas y los pilotos?
Las azafatas y el piloto son profesionales altamente capacitados para lidiar con situaciones de emergencia. En caso de un fallo en el sistema de presurización, las azafatas proporcionarían máscaras de oxígeno a los pasajeros y les darían instrucciones claras sobre cómo usarlas. Estas máscaras suministran oxígeno para mantener a todos conscientes y cómodos mientras el avión desciende a una altitud segura.
El piloto, por su parte, comunicaría la situación a los controladores de tráfico aéreo y solicitaría autorización para descender. Los pilotos están entrenados para manejar este tipo de emergencias y tomarán las medidas necesarias para asegurarse de que el avión y sus ocupantes estén a salvo.}
¿Y tú, que deberías de hacer?
En caso de que te encuentres en un avión que experimente un fallo en el sistema de presurización, lo más importante es mantener la calma. Las máscaras de oxígeno proporcionarán el aire necesario para respirar. Colócatela de inmediato y asegúrate de que esté ajustada correctamente antes de ayudar a otros, especialmente a niños o personas con dificultades para hacerlo por sí mismas.
Sigue las instrucciones de la tripulación de vuelo en todo momento. El personal de la aerolínea está entrenado para manejar estas situaciones y te guiará a través de los procedimientos de seguridad.
El descenso a una altitud más baja puede ser un proceso gradual, así que es importante mantener la calma y ser paciente. Una vez que el avión haya alcanzado una altitud segura, la tripulación te informará sobre la situación y cualquier otro paso necesario. En caso de una emergencia de este tipo, la calma y la cooperación son clave. Siguiendo las instrucciones de la tripulación y utilizando las máscaras de oxígeno proporcionadas, los pasajeros pueden enfrentar la situación con confianza y seguridad. La seguridad aérea sigue siendo una prioridad fundamental para la industria de la aviación, y los incidentes graves son excepcionales.
