Los peligrosos motivos por los que no debes dejar tus alimentos en las latas de conserva abiertas
¿Alguna vez te has preguntado por qué no se puede dejar el alimento que no se consumió en la lata? Aquí te contamos a qué se debe y las posibles consecuencias de realizar esta mala práctica.
Durante la historia de vida del humano en el planeta, las personas han ideado la forma de conservar los alimentos por más tiempo. Los primeros asentamientos humanos fueron los primeros en ingeniar la manera de almacenar granos y otros productos, con la finalidad de tener que comer en tiempo de escasez. Conforme la vida avanzó, las civilizaciones descubrieron nuevos métodos de conserva para los productos no perecederos.
Pero, no fue hasta 1795, cuando Nicolas Appert, de profesión confitero, «ideó un procedimiento de conservación tan sencillo como eficaz que consistía en colocar los alimentos en un tarro de cristal cerrado herméticamente y hervirlo durante un cierto período», dando así un salto para lo que sería la historia de los productos enlatados, según National Geographic.
La idea novedosa no tardó en copiarse y tratar de ser comprada, llevando a la humanidad al uso de hojalatería, idea del francés Philippe de Girard y Peter Durand. Sin embargo, no fue hasta 1811 cuando Durand vendió la patente a otro empresario, Bryan Donkin, siendo este último quien inauguró la primera fábrica de latas de conserva de la historia.
A partir de ese momento la historia se ha ido modificando, implementando nuevos métodos de conserva que facilita la adquisición de este producto, encontrándolos en todos los centros comerciales.
A pesar de los grandiosos beneficios que pueden ofertar los productos enlatados como sus precios accesibles y productos disponibles, aunque no sean de temporada, siempre hemos oído que una vez que la lata se abre, se deben de vaciar el producto, evitando mantener los alimentos en dicho contenedor. Si te interesa saber por qué, sigue leyendo.
¿Por qué no se deben de conservar los alimentos dentro de la nevera en las latas abiertas?
La industria alimentaria permite la conserva de los alimentos enlatados sin necesidad de refrigeración, gracias al manejo que se tiene de ellos durante el sellado y empaquetado.
Una vez que se abre la lata, se deja de estar sellado al vacío y el tratamiento de esterilidad pierde eficacia, dejando a los productos perecederos expuestos a una gran cantidad de patógenos (hongos y bacterias). Pero este no es el verdadero motivo por el cual no debes de meter una lata abierta con producto a la nevera.
De acuerdo con la especialista en seguridad alimentaria Beatriz Robles en su libro Come seguro comiendo de todo, «si no te comes la lata entera haz el favor de pasar el contenido a un táper y tirar el envase. No va a haber una corrosión de la lata que afecte a la seguridad del alimento, pero sí pueden aparecer cambios organolépticos al estar expuesto al aire, como sabores metálicos por migración de algunos metales al alimento».
La fuerza que tomó el mito de la corrosión sobre las latas abiertas con producto se debe a que, en décadas pasadas se utilizaba soldadura de plomo en la fabricación de las mismas, pero, debido a la toxicidad de este metal pesado, la soldadura de plomo ya no se utiliza, se ha sustituido por soldadura eléctrica, según el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, CONACYT.
Tampoco se recomienda comer el producto de una lata abollada, ya que estos contenedores están elaborados de varias capas de materiales metálicos y recubrimientos orgánicos en su interior y de presentar estas imperfecciones, puede haber sufrido rompimiento de las capas internas, perdiendo su capacidad para proteger y conservar al alimento.
Así que ahora ya lo sabes, evita comprar latas maltratadas y de no terminar el contenido de la misma, vacía el alimento a un recipiente hermético y conserva en refrigeración.