La razón por la que nunca debes almacenar los tomates en el refrigerador

¿En dónde sueles almacenar los tomates que has adquirido en el mercado? ¿En el refrigerador (nevera) o en la alacena? ¿Sabías que la refrigeración no es recomendable para este alimento? En este artículo explicaremos el porqué de esto, ¡sigue leyendo!

Es una práctica común que las personas almacenen gran parte de las frutas y verduras que se adquieren en el supermercado en el refrigerador, esto incluye a los tomates rojos (o jitomates). Aunque es cierto que la temperatura que mantiene este aparato electrodoméstico es óptima para conservar alimentos como estos, esto no aplica para todos.

Un ejemplo perfecto de esto lo tenemos en las papas y las cebollas, sobre las que ya hemos hablado en un artículo anterior. Por su parte, los tomates también forman parte de esta lista de alimentos cuyo óptimo almacenamiento es fuera del refrigerador, a temperatura ambiente, te contamos a continuación el motivo y de qué forma es correcto almacenarlos.

¿Por qué no se deben almacenar los tomates en el refrigerador?

Se reporta por la Universidad de California y el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) que, en general, no es recomendable almacenar en refrigeración los tomates debido a que este tratamiento a temperaturas bajas puede causar pérdida o afectar el sabor del alimento.

Además, estos frutos, cuando se encuentran enteros y sin magulladuras, no necesitan la refrigeración para conservarse frescos y en buen estado, por lo tanto, es posible y seguro almacenarlos a temperatura ambiente.

¿Cuál es la mejor manera de almacenar estos frutos?

El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos nos indica que es recomendable almacenar estos frutos en la despensa, a temperatura ambiente. Aunque dado que este es un fruto climatérico, es decir, que después de la cosecha es capaz de seguir madurando, tome en cuenta las siguientes recomendaciones de almacenamiento:

  • Frutos inmaduros. Los frutos inmaduros, es decir, aquellos que aún no han alcanzado la coloración rojiza y no están listos para consumirse, se deben de almacenar simplemente en la alacena o despensa de su hogar. Si quiere acelerar su maduración, colóquelos en una bolsa de papel bien cerrada a temperatura ambiente y revíselos diariamente.

Tome en cuenta que: La maduración de los frutos puede tardar de 5 a 7 días.

  • Frutos maduros. Incluso cuando los frutos están maduros, es recomendable mantenerlos en la alacena o despensa, a temperatura ambiente, para no perder el sabor. Pero si observa un ablandamiento inusual o magullamiento, es posible almacenarlos en el cajón del refrigerador para retrasar este proceso y evitar que el fruto se altere. Según indica la Universidad de California, la pérdida de sabor será mínima si el almacenamiento en frío dura menos de 3 días.

Tome en cuenta que: Los frutos maduros conservan su mejor calidad comestible durante 2 a 3 días si se almacena a temperatura ambiente.

Otras recomendaciones:
  • Evite la luz solar. Durante el almacenamiento de estos frutos, evite que estos se expongan directamente a la luz solar, ya que esto puede afectar la maduración uniforme del alimento.
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