Por qué no se debe mezclar cloro con jabón para lavar los trastes, según la ciencia

Aunque nuestros buenos hábitos de higiene nos pueden hacer creer que mezclar distintos productos de aseo permitirá mejorar la desinfección y limpieza del hogar, en realidad estas costumbres ampliamente extendidas pueden poner en riesgo tu salud sin lograr el objetivo deseado.

Uno de los productos de limpieza de mayor preocupación es el cloro comercial, también conocido como lejía o lavandina, el compuesto químico que lo conforma se denomina hipoclorito de sodio, y se distingue por su capacidad de desinfectar, es decir, eliminar la mayor parte de los microorganismos en las superficies.

El cloro por sí mismo es considerado una sustancia química corrosiva, lo que implica que        es capaz de provocar irritación o quemaduras de la piel y lesiones oculares tras su uso inadecuado; la advertencia e indicaciones correctas para el empleo de este producto siempre implican diluir una cantidad muy pequeña de cloro en agua y nunca se recomienda las mezclas de productos, ni si quiera con el jabón.

Si observas la etiqueta de “instrucciones de uso” que tienen los envases de cloro comercial, te darás cuenta de este hecho. Sin embargo, estas sugerencias son cuestiones que todos hemos pasado por alto y, de hecho, la práctica más común a la hora de realizar la limpieza de nuestras viviendas es combinar el cloro con otros artículos para el aseo, a saber: productos que contiene amoníaco (conocido comercialmente como amonia), ácido muriático, alcohol, agua oxigenada, vinagre, productos que contiene ácido cítrico y, claro, con jabón para lavar los trastes.

De esta manera, a pesar de su común práctica, es indispensable comprender que la combinación de cloro con todos estos productos resulta realmente peligrosa para la salud. Se debe tomar en cuenta que cada artículo de limpieza está conformado por uno o más compuestos químicos, por lo cual, cuando los mezclamos generamos las condiciones para que se lleve a cabo una reacción química con la formación de productos diferentes a los iniciales.

En todos los casos de combinación descrita anteriormente, estos productos químicos formados consisten en gases tóxicos y peligrosos para la salud (para profundizar consultar: Estos son los productos de aseo con los cuales NUNCA debes mezclar el cloro).

En cuanto a los jabones para lavar los trastes, estos contienen distintas formulaciones que dependen de la marca y el tipo que se utiliza, en cualquiera de los casos, al mezclarlos con cloro, sus componentes pueden reaccionar con este último y liberar los gases tóxicos descritos anteriormente. Uno de los más comunes es la cloramina, que se reconoce por provocar daños en los ojos, piel, pulmones e hígado; es capaz de ocasionar dificultad para respirar, hepatotoxicidad y se distingue como un compuesto carcinogénico.

Además de esto, tal como se explica en la CNN, la mezcla de jabón de trastes con cloro puede anular el efecto de ambos productos de limpieza. Tanto el jabón como el cloro tiene un gran poder desinfectante, por lo cual, lavar sus trastes solo con el primer producto es suficiente y seguro.

Sin embargo, si usted busca “aumentar” este efecto y no dejar de utilizar el cloro para lavar sus trastes o superficies, lo más recomendable es que utilice estos productos por separado, es decir, lave previamente los trates o superficies con jabón y, una vez enjuagado esto, puede dosificar cloro diluido y enjuagar nuevamente, así se especifica en algunas etiquetas de instrucciones de uso del cloro (se recomienda siempre leer estas sugerencias).

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Alan Steve tiene una licenciatura en Bioquímica Clínica por la Universidad Nacional Autónoma de México y hace trabajo de investigación en la Unidad de Genética y Diagnóstico Molecular del Hospital Juárez de México. En internet, Alan es fundador de la comunidad Enséñame de Ciencia.