¿Beber agua te ayuda a adelgazar?

El agua es un líquido vital para que nuestro organismo prospere, las células de nuestro sistema requieren agua para llevar a cabo sus múltiples funciones y cada uno de nuestros órganos y tejidos utilizan este componente de diferentes maneras.

Mantener a nuestro cuerpo bien hidratado es tan importante que en el momento que no le otorgamos la cantidad necesaria de agua o, por alguna razón nuestro sistema elimina este líquido de manera anormal, la deshidratación se hace presente.

Cuando no hemos tomado durante el día una cantidad importante de agua, la resequedad en nuestros labios y boca nos indica que es momento apropiado de consumir este líquido, cuando tomamos unas copas de más, los síntomas de la resaca como el dolor de cabeza son provocadas por la deshidratación leve que promueve la ingesta de alcohol y, en condiciones muy extremas en las cuales se presenta una deshidratación severa, ésta puede llevar a la muerte, demostrando su gran importancia en nuestro sistema.

Pero ¿En realidad el agua puede ayudar a perder peso? La respuesta es un sí, es un factor muy importante y el cómo contribuye a este cometido podría parecer en algunos puntos obvios, sin embargo, son cuestiones que muchas veces pueden minimizarse y, tomarlas en cuenta, puede generar un efecto más eficiente para perder peso.

Reconocemos perfectamente que la pérdida de peso es un proceso que requiere un balance específico para cada persona entre la energía que le aportamos a nuestro cuerpo mediante el consumo de los alimentos y la pérdida de dicha energía durante nuestras actividades diarias y la actividad física o ejercicio que cada individuo se disponga a hacer. Así, una alimentación adecuada y balanceada es clave para no perturbar el equilibrio y consumir más energía de la que se va a gastar que, en términos simples, es lo que provoca el aumento de peso.

En este sentido, el primer efecto benéfico del agua es que este líquido vital no contiene ningún aporte calórico, por lo cual, reemplazar el consumo de refrescos y otras bebidas que contiene una gran cantidad de azúcares añadidos contribuirá eficientemente a la pérdida de peso. Aunque pareciera que esto es una cuestión lógica, en realidad en muchas personas el consumo de estas bebidas altamente calóricas se ha convertido en un hábito muy común que acompaña todas sus comidas, sin embargo, lo más recomendable es reducir al mínimo estas opciones.

Otro punto muy importante que permite que el agua contribuya a la perdida del peso tiene que ver con la “saciedad”, que podemos definir de manera general como la sensación o percepción del organismo de que se encuentra lleno y esto es lo que nos da la señal de dejar de consumir alimentos. De esta manera, se reconoce que el agua tiene la capacidad de generar y contribuir a la saciedad del organismo, lo que puede generar que el consumo de alimentos sea menor cuando se tiene un aporte adecuado de hidratación en el cuerpo.

Muchos estudios han demostrado este efecto, normalmente se ha evaluado la relación que tiene el aumento en la hidratación de un grupo de individuos con la pérdida de peso, por mencionar algunos de estos, un grupo de investigadores encontró que en pacientes no obesos « el consumo de agua antes de las comidas, de hecho, redujo la ingesta de energía entre los adultos jóvenes no obesos». Asimismo, otro estudio evaluó la misma relación, pero en mujeres con sobrepeso y se determinó que «Los aumentos absolutos y relativos en el agua potable se asociaron con una pérdida significativa de peso corporal y grasa a lo largo del tiempo, independientemente de las covariables. Los resultados sugieren que beber agua puede promover la pérdida de peso en mujeres que hacen dieta con sobrepeso»

Finalmente, ya hemos hablado de cómo la hidratación es muy importante para el organismo, en este sentido, éste es otro factor clave para la pérdida de peso debido a que uno de los síntomas de la deshidratación es la fatiga o debilidad, de esta manera, si no te encuentras bien hidratado e intentas realizar alguna actividad física o ejercicio, en primera instancia no tendrás la fuerza ni el animo suficiente para comenzar a realizarla. Además de esto, cuando estés realizado el ejercicio, tu organismo, con la finalidad de regular tu temperatura corporal, comenzará a sudar, con lo cual tendrás una pérdida de agua que podría conducir a una deshidratación leve en tu organismo, por tanto, la fatiga y el cansancio que tenías en un principio será mayor y no te permitirá cumplir tu meta de pérdida calórica.

De esta manera, mantenerte lo suficientemente hidratado conducirá a tener mejor energía y mayor fuerza para realizar actividades físicas o ejercicio que te ayuden a la pérdida de peso, además puede contribuir de manera importante a la saciedad en tu organismo y evitar consumir alimentos de más, así como disminuir la ingesta calórica al reemplazar el consumo de bebidas altamente azucaradas por agua.

Por último, recuerda mantenerte bien hidratado, la recomendación de la ingesta diaria adecuada de agua en adultos se estima aproximadamente de entre 2 a 2.5 L de agua por día, aunque esto puede variar según el especialista en nutrición que te evalúe.

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