Muere el primer niño a causa de misteriosa enfermedad hepática que se extiende en Estados Unidos y Europa
Ante el informe de alerta de la enfermedad hepática peligrosa de origen desconocido que se está expandiendo entre los niños en Estados Unidos y Europa, la actualización de la Organización Mundial de la Salud (OMS) reporta que se ha informado la primera muerte de uno de los pacientes, ¿Qué sabemos hasta ahora acerca del brote?
En primera instancia, el número de casos ha ido en aumento desde los primeros nueve reportados en Estados Unidos que se sumarían a 74 identificados en Reino Unido posteriormente y a casos aislados en Irlanda y España. Ahora la OMS informó que hasta el 21 de abril del 2022 se tenía un total de aproximadamente 169 casos de hepatitis aguda grave de origen desconocido con un conteo un contero por región de:
- Reino Unido:114
- España: 13
- Israel: 12
- Estados Unidos: 9
- Dinamarca: 6
- Irlanda: <5 (menos de cinco)
- Países Bajos: 4
- Italia: 4
- Noruega: 2
- Francia: 2
- Rumanía: 1
- Bélgica: 1
Entre los casos se reportó el primer paciente muerto hasta ahora e indicación de trasplante en al menos el 10% de los pacientes con un rango de edad de entre 1 mes y 16 años.
A pesar del aumento y la persistencia de los casos, las autoridades sanitarias aún desconocen la causa de esta inesperada y misteriosa enfermedad hepática que está aquejando a los niños. ¿Por qué resulta difícil identificar el origen?
Pues bien, las enfermedades hepáticas en niños comúnmente son de origen viral provocada, en la mayoría de los casos, por los conocidos virus de hepatitis A, B, C, D y E, sin embargo, no se han detectado estos virus en ninguno de los 169 pacientes ni otro tipo de sintomatología o análisis clínico que descifren el origen. Hasta ahora la información recaba es inconsistente y no permite llegar a una conclusión que explique la razón de los eventos reportados, solo se ha detectado adenovirus en al menos 74 niños, SARS-CoV-2 en 20 casos y 19 pacientes con coinfección de SARS-CoV-2 y adenovirus.
Además, la OMS declara que «Las hipótesis relacionadas con los efectos secundarios de las vacunas contra la COVID-19 actualmente no se respaldan, ya que la gran mayoría de los niños afectados no recibieron la vacuna contra la COVID-19».
De este modo, a pesar del número de individuos a los cuales se les detectó adenovirus, específicamente el tipo 41, éste no se puede orientar como la causa del brote de hepatitis aguda grave debido a que el cuadro clínico conocido por este microrganismo se limita a infecciones en el tracto respiratorio y tracto digestivo con una mayor afección en este último con predominante manifestación clínica de diarrea y vómito. A pesar de que los casos han presentado estos síntomas, se informan que fueron signos primarios que evolucionaron a hepatitis aguda grave con la característica ictericia (coloración amarillente de piel y ojos) provocada por la enfermedad, algo que no se presenta ante infecciones por adenovirus.
Ante esto, ¿Qué resta por hacer?
Se requiere determinar la causa de esta afección lo más pronto posible, ya que su identificación permitirá implementar estrategias más adecuadas y específicas para evitar la propagación y disminuir el número de casos reportados. A pesar de que se reconoce que esto no será una tarea fácil, se espera que, a través de la vigilancia y seguimiento de los casos nuevos y pacientes ya reportados, así como una investigación más profunda de la sintomatología y progreso de la enfermedad, se logre determinar su origen, indica la OMS que:
«La prioridad es determinar la causa de estos casos para afinar aún más las acciones de control y prevención. (…) Se recomienda encarecidamente a los Estados miembros que identifiquen, investiguen y notifiquen casos potenciales que se ajusten a la definición de caso. (…) Cualquier vínculo epidemiológico entre los casos podría proporcionar pistas para rastrear la fuente de la enfermedad»
Así que, nos mantendremos informados ante las posibles conclusiones o informes nuevos que se deriven durante estos días.