Hay una razón por la que algunas personas afirman ver fantasmas, y NO son buenas noticias
Desde tiempos inmemoriales, las historias de fantasmas y apariciones han cautivado la imaginación de la humanidad. Casi todos los rincones del mundo cuentan con relatos de encuentros paranormales, experiencias extrasensoriales y la presencia de espíritus errantes. La pregunta persistente a lo largo de la historia ha sido: ¿por qué algunas personas afirman ver fantasmas? La respuesta a este enigma ha llevado a investigadores a explorar las conexiones entre estas visiones y la salud cerebral.
Recientemente, una revisión fascinante publicada en el ‘International Journey of Pharmaceutical & Biological Archives’ por B. R. Kartheek y sus colegas intenta arrojar luz sobre esta intrigante cuestión. La investigación se adentra en las alucinaciones visuales y su relación con enfermedades neurológicas específicas, como la esquizofrenia, el párkinson y el alzhéimer.
Diversas condiciones médicas han sido vinculadas a la aparición de alucinaciones visuales. La esquizofrenia, por ejemplo, es conocida por sus efectos en la percepción, al igual que el párkinson y el alzhéimer. Enfermedades más raras, como la enfermedad de Creutzfeldt Jacbo o la encefalopatía espongiforme bovina (la temida ‘enfermedad de las vacas locas’), también pueden desencadenar experiencias visuales extraordinarias. La demencia por cuerpos de Lewy se suma a la lista, alterando la percepción de los estímulos de manera única.
Los investigadores señalan que estos fenómenos tienen una base neural, específicamente relacionada con la atrofia de áreas cerebrales responsables de la percepción visual, como las áreas parietales. En términos más simples, la forma en que el cerebro procesa la información visual puede alterarse debido a condiciones médicas específicas, dando lugar a la aparición de fenómenos paranormales.
Un estudio adicional, publicado en ‘Progress in Neurobiology’ en 2014 por un equipo de investigadores australianos, destaca la distinción entre diferentes tipos de alucinaciones y su relación con las redes cerebrales de la atención.
Se diferencian entre alucinaciones visuales simples, donde la atención no participa en la regulación perceptiva, y alucinaciones visuales complejas, que están vinculadas a alteraciones en las redes de control de la atención. Este último tipo podría llevar a interpretaciones erróneas de estímulos ambiguos.
Lo más intrigante es la categoría de alucinaciones visuales complejas sin conciencia o sentimiento consciente de tenerlas. Este fenómeno se asocia con una menor actividad en la red dorsal de la atención, que involucra la corteza cerebral frontal y la parietal dorsal posterior. Estos descubrimientos proporcionan un marco para comprender y abordar las experiencias paranormales de manera más objetiva, eliminando el estigma que históricamente ha rodeado la visualización de fantasmas.
Es esencial reconocer que estos hallazgos están en las etapas iniciales de la investigación, pero ofrecen un punto de partida valioso para proyectos futuros. La comprensión de los mecanismos cerebrales detrás de las experiencias paranormales abre la puerta a estrategias de intervención potenciales. Por ejemplo, el entrenamiento en control atencional e inhibición podría mejorar los síntomas en casos específicos.
En última instancia, este conocimiento desafía la percepción tradicional de las apariciones fantasmales. Más allá de lo sobrenatural, se revela un vínculo entre la salud cerebral y las experiencias paranormales. Este enfoque científico no solo enriquece nuestra comprensión de los eventos paranormales, sino que también ofrece posibilidades para mejorar la calidad de vida de aquellos que experimentan fenómenos visuales inusuales. A medida que avanzamos en la investigación, la frontera entre lo paranormal y lo científico se vuelve cada vez más fascinante, muy fascinante.
