Si encuentras esto en tus frutas, tíralos de inmediato, ya que pones en riesgo tu vida
Conservar los alimentos en las condiciones óptimas es una tarea indispensable, para que sean saludables y seguras para su consumo. Algunos requieren refrigeración, otros ser almacenados en frascos en lugares frescos y secos, otros solo con el empaque.
Las frutas son especialmente susceptibles a la contaminación y descomposición por microorganismos como las bacterias y hongos.
Precisamente este último, es uno de los mayor preocupación, porque a las frutas suele crecerles moho y algunas personas no saben de lo peligrosos que son y sus consecuencias que pueden tener para nuestro cuerpo.
Hoy te hablaremos sobre qué es el moho y por qué es tan peligroso para nuestra salud.
El moho en las frutas
El moho en las frutas es una manifestación visible de la presencia de hongos que crecen en la superficie de la fruta. Los hongos son organismos microscópicos que se reproducen mediante esporas y pueden prosperar en condiciones húmedas y cálidas. Cuando las frutas están maduras, heridas o expuestas a la humedad, pueden volverse susceptibles a la colonización de moho.
El moho produce filamentos microscópicos llamados hifas que penetran en la fruta y se extienden a través de ella. Estas hifas son responsables de la apariencia peluda o algodonosa del moho en la fruta. A medida que el moho crece, también produce esporas que se dispersan en el aire y pueden propagar la infección a otras frutas o alimentos cercanos.
El moho en las frutas puede ser dañino por varias razones:
- Toxicidad: Algunas especies de moho producen toxinas que pueden ser perjudiciales para la salud humana. Estas toxinas pueden causar síntomas como alergias, irritación en los ojos, nariz y garganta, problemas respiratorios e incluso enfermedades más graves en personas sensibles o inmunocomprometidas.
- Alergias: El moho produce alérgenos que pueden desencadenar reacciones alérgicas en algunas personas. Los síntomas pueden incluir estornudos, congestión nasal, picazón en los ojos y erupciones cutáneas.
- Contaminación microbiana: El moho puede actuar como un reservorio de otros microorganismos dañinos, como bacterias y otros tipos de hongos, que pueden crecer en conjunto con el moho. Estos microorganismos pueden causar enfermedades gastrointestinales si se ingieren.
¿Puedo cortar la parte que tiene hongos y aprovechar el resto del alimento?
No es recomendable hacer esto, a pesar de que la fruta o alimento a simple vista se vea bien, es probable que ya esté contaminada por los hongos. Es importante mencionar que los hongos están compuestos de una raíz (la cual es la que penetra los alimentos), un tallo que sobresale de la superficie de los alimentos, junto con la “cabeza” conformada por estructuras llamadas vésiculas y conidios, en donde se producen “esporas” que forman parte de los hongos y se propagan fácilmente en el ambiente a través del aire y el agua.
Las esporas pueden contaminar fácilmente el resto del alimento, esto junto con las micotoxinas pueden representar un verdadero peligro para nuestra salud, por lo que lo más recomendable es tirar la fruta entera que tenga moho para evitar enfermedades o alguna reacción alérgica.
Recomendaciones para evitar la aparición de moho en las frutas
Para prevenir el crecimiento de moho en las frutas, es recomendable seguir estas medidas:
- Inspecciona y selecciona cuidadosamente las frutas antes de consumirlas. Descarta aquellas que presenten signos evidentes de moho o deterioro.
- Almacena las frutas adecuadamente en un lugar fresco y seco para reducir la humedad y prevenir el crecimiento de moho.
- Evita dejar las frutas cortadas o peladas expuestas al aire durante largos períodos, ya que esto facilita la proliferación de moho. Es mejor consumirlas de inmediato o refrigerarlas en recipientes herméticos.
- Lava las frutas antes de comerlas para eliminar cualquier posible contaminación superficial.