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Cómo se originan los volcanes: Todo lo que debes saber sobre la formación de estas estructuras

¿Qué es un volcán?

De acuerdo con el Instituto de Geología – UNAM, «Los volcanes son, esencialmente, una de las múltiples manifestaciones superficiales y subsuperficiales de la energía interna del planeta».

Un volcán es una estructura geológica por la que emerge el magma que se divide en lava y gases provenientes del interior de la Tierra.

Existen diversos tipos de volcanes y cada uno de ellos puede representar un riesgo para el humano dependiendo del grado de actividad que estos presenten. Los volcanes son muy comunes sobre la corteza terrestre y suelen situarse en lugares con alta sismicidad.

¿Cómo se forman los volcanes?

Placas tectónicas

Las cadenas montañosas son uno de los factores más importantes en la historia del planeta que ha fungido como una barrera geográfica, propiciando diferentes ecosistemas y endemismos. Sin embargo, la historia sobre las formaciones orográficas es distintas en cada parte del mundo.

Estas formaciones se deben a la tectónica de placas y su diferencia radica en el tipo de movimiento que favoreció la formación de relieves en un tiempo geológico largo. Esta es una de las formas en cómo se pueden originar los volcanes.

Bordes convergentes

Los volcanes suelen formarse en los bordes de las placas tectónicas y estas formaciones geológicas se pueden originar por un movimiento de convergencia. Para ejemplificar esto, pensemos en dos placas tectónicas, una litosférica oceánica y una continental que chocan entre sí.

Además de la sismicidad que seguramente se sentirá en la región, se llevará a cabo un proceso denominado como subducción y según National Geographic, «esta se hunde formando una fosa oceánica muy profunda. En este proceso, tanto por la enorme fricción como por la pérdida de agua de la corteza que subduce, las rocas se funden y se genera magma, el cual asciende debido a la diferencia de temperatura y densidad dando lugar a erupciones volcánicas, y con ellas a nuevos volcanes».

Otro ejemplo de este tipo de formaciones volcánicas, es cuando 2 placas oceánicas colisionan, formando en el borde de ambas generan un arco volcánico, que puede emerger a la superficie en forma de islas.

Bordes divergentes

En este tipo de eventos geológicos, las placas en vez de chocar se separan una de la otra, como es el caso de Baja California.

El movimiento divergente de las placas, genera que se agriete la litosfera y a su vez, esto favorece la liberación del magma que se encuentra en el interior de la Tierra.

En este tipo de fenómenos geológicos, el magma es viscoso y suele dar origen a los volcanes de rift (áreas de la corteza sometidas a esfuerzos extensivos que generan fracturas en forma de fisuras a través de las cuales se emite lava).

Puntos calientes

Otra forma en la que se pueden formar los volcanes es a través de los llamados puntos calientes. Los puntos calientes son áreas de actividad volcánica alta en relación con sus entornos.​

A diferencia de otras áreas de vulcanismo como las zonas de subducción o las dorsales oceánicas, pertenecientes a procesos geológicos por tectónica de placas, el vulcanismo de los puntos calientes no está necesariamente asociado.​

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