Cómo trasplantar tu planta de nochebuena para que dure todo el año: la guía definitiva para lograrlo
Con la llegada de diciembre, los hogares, calles y negocios se pintan de hermosos adornos rojizos y luces de colores alusivos a las fiestas navideñas.
La mayoría de las decoraciones se pueden reutilizar, incluso, modificar la estructura, colores y complementos en los adornos, dándoles una nueva apariencia. Pero hay otros que, pasando la temporada, quedan olvidados o son tirados a la basura, generando así, gran cantidad de desechos.
Ejemplo de esto son los árboles navideños y la emblemática y tradicional flor de nochebuena, la cual suele adquirirse en presentación de maceta para adornar patios, entradas, recibidores, mesas o poner alrededor del árbol de navidad.
Una vez terminada la época navideña, las macetas suelen desecharse debido a que algunas se maltratan y marchitan.
Pero existen excelentes trucos que te permitirán mantener tu flor de nochebuena como el primer día que la adquiriste durante toda la temporada navideña. Pero lo mejor de todo, es que te enseñaremos cómo trasplantar de manera correcta tu planta, logrando conservarla para el siguiente año.
Evita gastar año con año en la adquisición de macetas de flor de nochebuena, con estos sencillos pasos, lograrás obtener una frondosa planta que podrás utilizar las veces que quieras, incluso, si cuentas con un jardín amplio, colocarla en ese sitio y ver como año tras año, va creciendo y llenando ese espacio con su predominante color rojo.
Cómo trasplantar tu planta de nochebuena para que te dure todo el año.
Maceta
Una vez que termine la temporada navideña, elige una maceta mayor a la que tiene tu planta, procurando que tenga un tamaño mínimo de 40 centímetros de ancho y 50 centímetros de profundidad, medidas ideales para que las raíces pueden crecer con libertad. Estas dimensiones aplican también para trasplantar tu planta directo al jardín.
Es importante que tu maceta cuente con pequeños hoyos en la parte inferior, permitiendo un correcto drenaje a la hora de regar, evitando que el agua se estanque y pudra las raíces.
Riego
La nochebuena es una planta que no requiere de abundantes cantidades de agua, por lo que necesitas humedecer lo suficiente la tierra sin que quede acumulación de la misma y verificar cada 3 a 4 días que el sustrato se encuentre seco, de ser así, prosigue a regar nuevamente. Recuerda que una gran cantidad de líquido, podría «ahogar» tu planta y pudrir sus raíces.
Temperatura
Es importante que antes y después de trasplantar, aclimates tu nochebuena a su nuevo sitio, recibiendo un poco de luz solar de forma indirecta, ya que, de no ser así podrían marchitarse sus hojas y, colocándola en un sitio dónde no haya cambios bruscos de temperatura.
Sustrato
Verifica que la tierra que vayas a colocar en tu maceta para trasplantar la nochebuena sea de buena calidad, se encuentre a una temperatura de 20 a 22° y cuente con un poco de hojarasca en su composición, esto facilitará la circulación de aire en el sustrato.
Trasplantar
Sin duda, este será el paso más importante y de el depende que logres tener éxito para que tu planta no se marchite. Lo primero que tienes que hacer es dejar secar la tierra de tu planta, esto facilitará que salga de la maceta con la que la adquiriste.
Una vez que hayas logrado sacar con mucho cuidado y evitando dañar o romper las raíces, coloca una pequeña cama de 20 a 30 centímetros de sustrato y acomoda la planta, centrando a tu gusto y rellena el resto de la maceta.
Ahora solo tendrás que dejar reposar 1 día antes de regar y listo, de esta sencilla forma lograrás obtener una nochebuena cada año, evitando gastos innecesarios.