Estos son los medicamentos comunes que nunca deberíamos mezclar

Al enfermarse uno acude normalmente al médico, donde un experto en salud inspecciona la sintomatología y de acuerdo a ello diagnostica posibles causas de la enfermedad, así como los medicamentos que pueden ayudar a mejorar el estado físico.

Sin embargo, las personas recurren con mayor frecuenta a la automedicación, acción completamente errónea que puede disipar temporalmente síntomas de enfermedades importantes, producir efectos secundarios como la resistencia a los antibióticos o alergias, entre otras consecuencias.

Una de las consecuencias que las personas desconocen es que, existen medicamentos que no se deben combinar con otros, te diremos por qué y cuáles son estos fármacos.

Las personas tienden a automedicarse cuando se trata de enfermedades respiratorias y malestar estomacal (principalmente), sin saber que la ingesta desmedida de medicamentos puede provocarles gastritis y hemorragias digestivas.

La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), advierte qué, la interacción de algunos medicamentos puede disminuir la eficacia de otros o aumentar su acción sin ninguna necesidad y, en algunos otros casos, pueden generar consecuencias perjudiciales para la salud.

Para esto, la FDA considera que existen 3 interacciones de medicamentos

  1. La interacción de una medicina con otra, ocurre cuando estas no se pueden mezclar.
  2. Las interacciones de medicamentos con alimentos o bebidas son causadas por la reacción entre ellos.
  3. La interacción de una medicina con un estado físico existente puede ocurrir cuando una condición médica reacciona negativamente a ciertas medicinas, haciéndolas posiblemente peligrosas.

Para conocer el riesgo que pueden representar los medicamentos es importante leer y entender el contenido que viene en las cajas.

En las leyendas que vienen en los empaques se puede visualizar información que revela las posibles interacciones de medicamentos. Este contenido se encuentra en constante cambio a medida de nuevo conocimiento sobre el fármaco, por eso es importante no consumir medicamentos caducados y revisar siempre el texto.

Parte de la información que pueden contener es un apartado con la cantidad de ingredientes activos y propósito del medicamento.

En algunos otros medicamentos se indica el uso del fármaco y un apartado más de advertencia. Este último hace énfasis en las reacciones adversas, el periodo de tiempo y cantidad que se puede consumir sin tener efectos negativos, al igual que, las restricciones de la administración del producto a los grupos de riesgo.

Alguno de los fármacos que se recomienda no combinar, de acuerdo con Vademecum, son:

Productos de uso externo para el acné: cuando se utiliza otros productos similares para el acné al mismo tiempo, se puede generar irritación de la piel.

Ácido Acetilsalicílico y coagulantes: el consumo de este medicamento puede aumentar el riesgo de hemorragias, al interactuar con anticoagulantes, trombolíticos, antiagregantes plaquetarios, ISRS y alcohol. También existen efectos adversos con diuréticos, esto puede generar el riesgo de sufrir fallo renal agudo.

Paracetamol: Puede aumentar el efecto de los anticoagulantes orales en dosis mayores a 2 g/día, al igual que tener una biodisponibilidad disminuida y potenciación de toxicidad con anticonvulsivantes, disminuye el efecto de los diuréticos, entre otros.

Es por eso que resulta fundamental acudir con profesionales de la salud y acompañar la administración de medicamentos con una dieta idónea.

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