¿Qué le pasa a tu cuerpo si no le quitas la vena a los chiles antes de comerlos?
Los mexicanos son conocidos en todo el mundo por agregar chile a todos sus platillos y botanas, desde épocas antiguas, pero te has preguntado ¿Qué le pasa a tu cuerpo si comes la vena del chile?
Aquí te contamos cuáles son las consecuencias que le suceden a tu cuerpo, si no le quitas la vena al chile y decides a comértela, así que no te vayas y sigue leyendo.
La palabra chile, proviene del náhuatl, “chilli” o “xilli”, y es utilizada para referirse a todos los frutos del género Capsicum, que también es conocido como “ají” en otros países de Latinoamérica.
De acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, el chile es originario de México, en donde existen alrededor de 200 variedades criollas y 64 variedades domesticadas, de varios sabores, tamaños, formas y colores, siendo las especies más picosas el habanero, chiltepín, de árbol y serrano.
El consumo de chile en México se ha convertido en parte de su identidad y cultura, ya que se han encontrado vestigios históricos en donde se estima que su consumo y cultivo inicio alrededor del año 7000 a.C. en diferentes regiones de Puebla y Tamaulipas.
El uso del chile dentro de la gastronomía mexicana es muy amplio, ya que existen diferentes salsas, platillos, botanas y dulces en donde es implementado en distintos grados de picor, dándole un sabor característico que es agradable para el paladar y se ha transmitido durante varias generaciones.
El sabor picoso del chile es debido a la concentración de una sustancia química llamada capsaicina, la cual, genera una sensación de ardor y quemazón en el paladar, que en ocasiones hace que nos lloren los ojos, duelan los oídos o irriten otras partes del cuerpo con las que esté en contacto directo.
Muchas personas piensan que las semillas chile son las responsables del picor, pero no es así, puesto que la parte más picosa del chile, es la parte central, de color blanca y consistencia esponjosa, llamada vena, pepita o placenta, la cual contiene unas pequeñas glándulas donde se almacena la capsaicina.
Desde el punto de vista medicinal, el consumo de este alimento puede tener varios beneficios, puesto que la capsaicina puede ayudar a la digestión de los alimentos, mejorar la flora intestinal, incrementar la fluidez de la sangre y tener actividad inflamatoria, antimicrobiana y antioxidante.
Por otro lado, su consumo excesivo puede generar malas consecuencias a la salud de nuestro organismo, en especial si comemos frecuentemente la vena de los chiles, que es donde hay mayor concentración de capsaicina, ya que además de aumentar el picor de los alimentos, también aumenta el riesgo de padecer problemas digestivos.
Cabe destacar que el grado de malestar, también dependerá de la tolerancia de cada organismo a la capsaicina, por lo cual, el daño causado al cuerpo puede ser desde un pequeño ardor estomacal, hasta náuseas, vomito, irritación intestinal, úlceras gástricas, diarrea, entre otros malestares digestivos.
Por esta razón no es recomendable comer la vena de los chiles. Lo mejor es retirarla del chile antes de agregarla a nuestros platillos, de esta manera podremos disfrutar de su sabor picante sin sufrir consecuencias en la salud de nuestro organismo.