Nuevo estudio afirma que hay un ‘espejo oscuro’ en el universo y que podremos ver en un futuro
Desde tiempos ancestrales, los humanos hemos levantado la mirada hacia el cielo con un profundo sentido de asombro y curiosidad por nuestra propia existencia. Nos maravillamos ante las estrellas y nos preguntamos qué secretos ocultan los confines del universo. Sin embargo, hay un enigma que ha desconcertado a los astrónomos y físicos durante décadas: la materia oscura.
Para entender este concepto, imaginemos el universo como un inmenso escenario teatral. En este escenario, las estrellas, las galaxias y todas las estructuras cósmicas que podemos ver son los actores principales. Pero detrás del telón, hay un universo paralelo, un «espejo oscuro«, habitado por una forma de materia y energía diferente a la nuestra, regida por leyes físicas distintas, algo que nadie sabe qué y cómo funciona, pero sabemos que está ahí por las matemáticas que rigen al universo.
La materia oscura constituye la mayor parte de la masa del universo, aunque no podemos verla directamente. Su presencia se revela a través de su influencia gravitacional en las galaxias y otras estructuras cósmicas. Es como si estuviera invisible pero esencial para comprender el panorama completo.
El estudio
Recientemente, un equipo de científicos ha propuesto una idea muy audaz que podría darnos muchísima información sobre el misterio de la materia oscura: la existencia de un «universo espejo» oscuro que coexiste con el nuestro prácticamente desde el Bin Bang. Este universo gemelo estaría habitado por una forma de materia y energía que difiere fundamentalmente de la que conocemos.
La hipótesis del «espejo oscuro» no es solo una especulación; podría ofrecer una explicación convincente para la existencia y el comportamiento de la materia oscura. Los investigadores sugieren que la simetría que puede estar entre nuestro universo visible y este universo oscuro podría explicar por qué las cantidades de materia oscura y visible en el cosmos están tan equilibradas.
Este concepto se basa en el marco teórico de la bariogénesis de WIMP, que explora cómo la materia surgió en mayor cantidad que la antimateria después del Big Bang. Al examinar las interacciones de ciertas partículas en el universo primitivo, los científicos postulan que algunas de ellas quedaron «congeladas» en el universo oscuro, contribuyendo así a la existencia de la materia oscura tal como la conocemos.
La hipótesis del «espejo oscuro» promete avances significativos en nuestra comprensión del universo. Proporciona una nueva perspectiva sobre la relación entre la materia visible y oscura, abriendo la puerta a nuevas formas de detectar y estudiar la materia oscura en el futuro. Pues hasta cierto punto es lógica la naturaleza intrínseca de la materia que tiene que tener un opuesto, así como las cargas, la materia tiene que tener una “materia oscura”.
Además de esto, el estudio sugiere la posibilidad bastante llamativa de explorar las interacciones entre estos dos universos en experimentos y observaciones cósmicas en un futuro. Con la hipótesis del «espejo oscuro» podremos darle respuesta a uno de los mayores enigmas de la cosmología.
Es más, si se confirma, podría transformar nuestra comprensión del universo tal y como lo conocemos y abrir nuevas fronteras en la exploración del cosmos que no podemos ver. A medida que los científicos continúan esforzándose por resolver los misterios del universo, esta teoría le pone puntos suspensivos a algo que ya hemos estado preguntándonos todo el tiempo.
