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RESURGIMIENTO DEL SARAMPIÓN: UNAM lanza dura advertencia a la población y lista de recomendaciones

FUENTE: BBC

En los últimos años, hemos sido testigos de un fenómeno preocupante: el resurgimiento de enfermedades que alguna vez se consideraron erradicadas o bajo control. Uno de los ejemplos más prominentes es el sarampión, una enfermedad viral altamente contagiosa que afecta principalmente a los niños. Este repunte ha generado preocupación a nivel mundial, lo que ha llevado a instituciones como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) a lanzar advertencias sobre la importancia de estar alerta y tomar medidas preventivas.

La pregunta obvia que surge es: ¿por qué estas enfermedades, que parecían bajo control o incluso erradicadas, están volviendo a aparecer? La respuesta es multifacética, pero hay un factor fundamental que debemos destacar: LA VACUNACIÓN

Históricamente, las vacunas han sido una de las herramientas más efectivas para prevenir enfermedades infecciosas. Desde la creación de la primera vacuna contra la viruela por Edward Jenner en el siglo XVIII, hasta las vacunas modernas que nos protegen contra enfermedades como el sarampión, la poliomielitis y la influenza, estas intervenciones médicas han salvado innumerables vidas y han llevado al control o la erradicación de enfermedades que antes causaban estragos en la población.

Sin embargo, el éxito de las vacunas también ha llevado a cierta pereza. Cuando una enfermedad disminuye en incidencia gracias a la vacunación masiva, es fácil caer en la ilusión de que ya no representa una amenaza. Esto puede llevar a una disminución en las tasas de vacunación, ya sea por falta de acceso, miedo infundado hacia las vacunas o simplemente apatía hacia la prevención de enfermedades.

El resurgimiento del sarampión y otras enfermedades prevenibles por vacunación es un recordatorio contundente de que no podemos bajar la guardia. Los brotes recientes han afectado a personas de todas las edades, pero especialmente a aquellos que no están completamente vacunados, ya sea por opción personal o por falta de acceso a servicios de salud.

Uno de los síntomas más notorio del sarampión es la fiebre. FUENTE: Canva

En el caso específico del sarampión, la situación es especialmente preocupante debido a su alta tasa de contagio y a que puede causar complicaciones graves, especialmente en niños pequeños y personas con sistemas inmunológicos debilitados. Los síntomas iniciales pueden confundirse con los de un resfriado común, lo que dificulta el diagnóstico temprano y el control de la propagación de la enfermedad.

Es muy importante comprender que las vacunas no solo protegen a las personas vacunadas, sino que también contribuyen a la inmunidad colectiva o de rebaño. Cuando una proporción suficientemente alta de la población está vacunada contra una enfermedad, crea un «escudo» que protege a quienes no pueden recibir la vacuna debido a condiciones médicas, como los bebés demasiado jóvenes o las personas con sistemas inmunológicos comprometidos.

La situación en México, con el reciente comunicado de la UNAM sobre el resurgimiento del sarampión, nos está dando una dura lección de mantener altas tasas de vacunación en todas las comunidades. Aunque el país ha tenido éxito en la vacunación contra el sarampión desde la década de 1970.

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Luis Arana

Químico de profesión, ama la bioquímica y los procesos metabólicos. Fiel amante de la poesía.

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