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Aprende a cultivar apio en casa fácilmente con esta sencilla guía

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Tener un huerto en casa es una ventaja que nos trae varios beneficios, entre ellos, tener a la mano alimentos frescos y libres de compuestos químicos, gastar menos dinero en frutas y vegetales, además de que siempre un espacio verde en casa deriva en un lugar de relajación natural y donde podemos conectar con la naturaleza. Por ello, es buena idea empezar cultivando aquellas plantas o árboles que no exijan muchos cuidados o que puedan brindarnos alimentos que consumimos con regularidad.

Uno de los cultivos que podemos tener en casa es el apio. Esta planta es ampliamente usada en la cocina y como remedio medicinal. Se puede ingerir cruda, cocida o en jugo, siendo estas maneras como se puede disfrutar de los enormes beneficios que le aporta al cuerpo y las propiedades que lo caracterizan; por ejemplo, es un excelente diurético, carminativo, sedante, aperitivo, digestivo, emenagogo, depurativo, regenerador sanguíneo y ligeramente laxante. En algunos casos, puede comportarse como cicatrizante, mejora la memoria y ayuda a la eliminación de los cálculos renales.

Como puedes ver, se trata de una planta bastante beneficiosa para el organismo, por lo que no está por demás que la plantes en tu huerto casero o hasta en el jardín, en macetas si tienes poco espacio. Para que lo logres y tengas una buena cosecha, sigue la guía que te mostraremos a continuación.

Sigue este paso a paso para cultivar apio en macetas y lograr una buena cosecha

Tienes dos opciones: comprar plantones en viveros o cultivar esta hierba por medio de semillas. En esta ocasión, te enseñaremos a que cultives el apio con semillas.

1.- Siembra las semillas de apio en el interior de 10 a 12 semanas antes de la última helada primaveral. Remoja las semillas durante la noche para estimular la germinación.

Créditos de imagen: YuriyS | Getty Images /iStockphoto

2.- Toma un recipiente y coloca una mezcla elaborada con ½ de abono y ½ de arena. Planta las semillas en hileras a 2.5 centímetros de distancia, asegúrate de cubrir las semillas con una capa de arena de 1.5 centímetros de profundidad y después agrega una capa de musgo sphagnum húmedo o arpillera hasta que las semillas germinen.

3.- Coloca el semillero en un lugar iluminado, pero cuidando de que la luz directa del sol no le dé directamente, manteniendo una temperatura entre 20 y 25°C para el día y 15°C durante la noche.

4.- Esta planta necesita abundante agua, un buen drenaje y circulación del aire. Trasplanta las plántulas en macetas individuales cuando alcancen una altura de 5 centímetros.

5.- Cuando las plantas tengan 15 centímetros, endurece las plantas durante 10 días y después trasplántalas al jardín en un lecho con alto contenido de materia orgánica.

6.- Separa las plantas a una distancia de 15 a 20 centímetros en filas de 50 a 100 centímetros de distancia, colocándolos a una profundidad no mayor a la que crecieron en macetas y riega cada planta con té de compost.

Para la segunda cosecha, siembra las semillas en el interior en mayo o junio y sigue las mismas instrucciones, trasplantando las plántulas en junio o julio, aunque debes proporcionar sombra en los climas cálidos y húmedos.

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