¿Cuáles son las partes del cuerpo que siguen creciendo después de fallecer?

¿Te has preguntado alguna vez si el pelo y las uñas siguen creciendo cuando ya no estamos vivos? Es una pregunta curiosa, y de hecho es una de las cosas que siempre nos decían cada vez que fallecíamos, que podríamos hallar a nuestro ser querido con un largo cabello o uñas largas si pudiéramos abrir su caja. Vamos a hablar de esto de una manera fácil de entender.

Cabello y Uñas

Primero, hablemos del pelo y las uñas. ¿Sabías que sí, tanto el pelo como las uñas siguen creciendo mientras estamos vivos? Y sí, también es verdad que tenemos que cortarlos de vez en cuando. El pelo comienza en algo llamado folículos pilosos que están en la piel por todo el cuerpo, excepto en lugares como los labios, las palmas de las manos y las plantas de los pies. Ahí no hay pelo. Ah, y no todo el pelo crece a la misma velocidad, crece en ciclos, como en oleadas.

Uñas

Lo mismo pasa con las uñas. Son como una señal de nuestra salud, el aporte de calcio y otros minerales que le brindas a tu cuerpo. Si ves cambios extraños, como que se ponen frágiles, cambian de color o dejan de crecer, podría ser señal de que algo no está del todo bien. Así que estar al tanto de estos detalles es como cuidar una pequeña alarma de salud.

Nariz y orejas

Ahora, hablemos de un mito que muchos han escuchado: que las orejas y la nariz nunca dejan de crecer. Bueno, no es exactamente cierto. Lo que sucede es que, cuando envejecemos, el cartílago que forma nuestras orejas y nariz pierde un poco de flexibilidad. ¿Recuerdas el cartílago? Es el material que da forma a nuestras orejas y nariz. Así que, aunque no están creciendo como el pelo o las uñas, se ven un poco más grandes porque el cartílago ya no es tan elástico.

Y ahora, resolvamos el enigma: ¿las uñas y el pelo siguen creciendo después de morir?

La respuesta corta es no. Cuando una persona fallece, todo se detiene, su metabolismo se detiene por completo, incluso el crecimiento del pelo y las uñas. Pero aquí viene lo curioso: después de morir, el cuerpo empieza a perder agua, como cuando dejas una uva al sol y se arruga. Eso hace que la piel y otros tejidos blandos se encojan, y es ahí donde viene la confusión visual. Parece que el pelo y las uñas están más largos de lo normal, pero en realidad es solo porque la piel alrededor se está encogiendo.

Aunque suena emocionante pensar que algunas partes del cuerpo siguen su propio camino después de fallecer, la realidad es más simple. El pelo y las uñas, aunque crecen mientras estamos vivos, se detienen cuando nos vamos de este mundo. Comprender estos procesos biológicos nos ayuda a desmitificar estas ideas extrañas y nos recuerda que, incluso después de morir, hay explicaciones científicas para todo.