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Los 5 alimentos antiinflamatorios que Harvard recomienda añadir a tu dieta, así funcionan

Algunos alimentos que consideramos cotidianos y que no consumimos tanto, pueden sorprendernos de maneras que nunca imaginamos, pues ocultan propiedades terapéuticas que no conocíamos, las cuales pueden beneficiar a nuestro cuerpo y darle un giro positivo a nuestra vida.

Hoy te hablaremos de 5 excelentes alimentos que la Universidad de Harvard recomienda incluir en la dieta por sus increíbles propiedades antiinflamatorias.

¿Qué es la inflamación?

Como sabes, la inflamación es una respuesta del sistema inmunológico a lesiones, infecciones o irritantes, destinada a reparar tejidos dañados y combatir patógenos. Se manifiesta como enrojecimiento, hinchazón, calor y dolor. Causas comunes incluyen infecciones, lesiones, estrés crónico, y enfermedades autoinmunes. La inflamación aguda es beneficiosa a corto plazo, pero la inflamación crónica, persistente sin necesidad, puede contribuir a enfermedades como la artritis, enfermedades cardíacas y diabetes. Factores como la dieta, el estilo de vida y la genética influyen en la propensión a la inflamación, destacando la importancia de un enfoque holístico para la salud.

A continuación, te compartimos el listado de alimentos que Harvard recomienda incluir gracias a sus importantes moléculas antiinflamatorias.

El ajo

El ajo posee propiedades antiinflamatorias gracias a compuestos sulfurados, incluyendo alicina y ajoene. Estos componentes inhiben la liberación de sustancias proinflamatorias, reduciendo la respuesta inflamatoria en el cuerpo. Además, el ajo actúa como antioxidante, neutralizando radicales libres que contribuyen a la inflamación. Estudios sugieren que el consumo regular de ajo puede ayudar a mitigar la inflamación asociada con enfermedades crónicas como la artritis y las enfermedades cardiovasculares. Integrar ajo en la dieta puede ofrecer beneficios antiinflamatorios y contribuir a la salud general cuando se combina con un estilo de vida saludable.

El jengibre

El jengibre exhibe potentes propiedades antiinflamatorias gracias a sus compuestos bioactivos, como gingeroles y shogaoles. Estos componentes actúan inhibiendo vías inflamatorias y enzimas clave, reduciendo la producción de sustancias proinflamatorias. El jengibre también modula la respuesta inmunológica, disminuyendo la inflamación crónica asociada con diversas enfermedades. Su efecto antiinflamatorio se ha vinculado a mejoras en condiciones como la artritis y enfermedades gastrointestinales. Incorporar jengibre en la dieta, ya sea fresco, en polvo o como suplemento, puede ser beneficioso para combatir la inflamación y promover la salud general.

La manzana

La manzana posee propiedades antiinflamatorias gracias a su contenido de compuestos antioxidantes, como quercetina y catequinas, que ayudan a combatir el estrés oxidativo y reducir la inflamación en el cuerpo. Estos compuestos inhiben la producción de moléculas proinflamatorias, disminuyendo así la respuesta inflamatoria. Además, la fibra soluble presente en la manzana, como la pectina, contribuye a mantener un equilibrio en el sistema inmunológico y reduce la inflamación en el tracto gastrointestinal. Consumir regularmente manzanas puede tener efectos antiinflamatorios generales y contribuir a la salud a largo plazo.

La calabaza

La calabaza posee propiedades antiinflamatorias gracias a su contenido de antioxidantes, como betacarotenos y vitamina C, que combaten el estrés oxidativo y reducen la inflamación. Estos compuestos inhiben la acción de moléculas proinflamatorias, disminuyendo la respuesta inflamatoria en el cuerpo. Además, la calabaza es rica en fibra y ácidos grasos omega-3, que pueden tener efectos antiinflamatorios en el sistema cardiovascular. Integrar calabaza en la dieta proporciona beneficios nutricionales que contribuyen a la gestión de la inflamación y respalda la salud general cuando se combina con una alimentación equilibradaPrincipio del formulario.

La lechuga

Por último, pero no menos importante tenemos a la lechuga, esta exhibe propiedades antiinflamatorias debido a su contenido de fitonutrientes, especialmente flavonoides y carotenoides, que actúan como antioxidantes. Estos compuestos ayudan a combatir el estrés oxidativo y reducir la inflamación en el cuerpo. La lechuga también es rica en vitamina K, que desempeña un papel en la regulación de la inflamación. Además, su alto contenido de agua y fibra contribuye a mantener un equilibrio en el sistema digestivo. Aunque no tan potente como otros alimentos, incluir lechuga en la dieta puede ser parte de un enfoque integral para reducir la inflamación y promover la salud.

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