Aprende a cultivar chile serrano en casa de una manera sencilla y en poco espacio

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¿Te gustaría tener en casa tu propia cultivo de chile serrano para cosechar este fruto cada que lo requieras para una preparación? Aquí has llegado al lugar correcto, pues el día de hoy te traemos el paso a paso que debes de seguir para realizar esto de una manera sencilla y en muy poco espacio.

En general, los chiles en México son un elemento esencial y altamente valorado dentro de la gastronomía mexicana, por lo cual es un producto alimenticio que se adquiere en el supermercado constantemente para realizar un sinfín de platillos y preparaciones. Sin embargo, esta no es la única forma de obtenerlos, pues también es posible crear un cultivo de estos frutos en casa con el que puedas cosecharlos cada que los necesitas para alguna preparación.

Al respecto, aunque a la mayoría podría parecerle una tarea muy complicada, la realidad es que el cultivo y cuidado de chiles no es tan exigente, por lo que es posible tener un cultivo de estos en casa sin que implique una ardua labor. Para ayudarte con ello, en este artículo te contaremos qué es lo que debes de realizar para lograr esto, así que, si estás interesado en conocer esta información, te invitamos a seguir leyendo este artículo, pues te contaremos todos los detalles a continuación.

Aprende a cultivar chile serrano en casa de una manera sencilla y en poco espacio

Si quieres aprender a cultivar chile serrano en casa y no sabes por donde empezar, te recomendamos que sigas estos pasos:

  • Consigue las semillas. Para comenzar con el cultivo de chiles serranos lo primero que debes de hacer es conseguir las semillas, para ello elige un par de chiles serranos que estén perfectamente maduros, corta por la mitad y retira todas las semillas que te sean posibles.

 

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  • Sembrar. Una vez que las semillas estén listas, ya puedes colocarlas para que estas germinen. Para esto necesitarás conseguir tierra bien abonada y una maceta pequeña o semilleros, posteriormente, llena la maceta de sustrato dejando unos 3 centímetros libres hacia arriba, coloca las semillas y vierte una capa delgada de sustrato. Cuando esto esté listo riega perfectamente sin dejar el sustrato inundado de agua. Para su cuidado deja la maceta cerca de una ventana en donde reciba buena luz solar y riega cada que notes que el sustrato está seco.

 

  • Plantar. Después de una o dos semanas las semillas comenzarán a germinar, espera hasta que estas midan aproximadamente 10 centímetros para trasplantar a una maceta más grande en donde se desarrollen, florezcan y den frutos. Al realizarlo, planta cada uno de los germinados de manera individual para que estos prosperen de manera adecuada en una maceta más grande y con tierra bien abonada. Para su cuidado, mantén la planta en un sitio en donde puedan recibir luz solar directa por varias horas y riega cada que notes que el sustrato se ha secado. Con el paso de las semanas notarás cómo la planta se desarrolla, florea y, finalmente, da frutos.
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