¿Cuáles son los peligros de NO lavar y desinfectar la lechuga?

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Como bien nos han inculcado, la lechuga, entre muchas otros vegetales, son un producto que para su consumo es necesario que se lave y desinfecte de manera adecuada, lo que a menudo implica la inversión de tiempo y esfuerzo adicional durante la preparación de los alimentos. Por esto último, es posible que en algún momento las personas se cuestionen si en realidad es tan imprescindible aplicar los dos tratamientos, si con el proceso de lavado es suficiente o qué podría ocurrir de no realizar ninguno de los dos.

Para responder a estas dudas, el día de hoy te platicaremos cuáles son los peligros de no lavar y desinfectar la lechuga de manera adecuada, así que, si quieres conocer todos los detalles, te invitamos a seguir leyendo este artículo, pues a continuación te contaremos todo lo que debes de saber al respecto.

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¿Cuáles son los peligros de no lavar y desinfectar la lechuga?

Si usted no lava, pero, sobre todo si no desinfecta la lechuga de manera adecuada, puede exponerse a sufrir una enfermedad transmitida por los alimentos, también conocida como intoxicación alimentaria. Estas acontecen cuando se consume un alimento que está contaminado con algún microorganismo patógeno (bacteria, virus o parásito) y dañino para el humano.

En el caso de las verduras de hoja verde, como la lechuga, estas están ampliamente expuestas a contaminarse por un sinfín de microorganismos desde su proceso de siembra y crecimiento en los campos, hasta las instalaciones en donde se resguardan, la forma en la que se transportan y al pasar de mano en mano en su comercialización. Sobre el primer caso, según explica la FDA, las hierbas o verduras que se cultivan a poca altura del suelo son ampliamente susceptibles a la contaminación por el agua de riego que salpica del suelo.

Sobre esto, según indican los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en ingles), se reconoce que este tipo de vegetales y otros cultivados en surcos son una fuente importante de infecciones por E. coli O157, la cual es capaz de causar una infección caracterizada por diarrea sanguinolenta que puede llevar a una enfermedad grave con daño agudo en los riñones. Al respecto, los grupos más susceptibles a esta y todo tipo de enfermedades transmitidas por los alimentos son los adultos mayores de 65 años o más, niños menores de 5 años, individuos con problemas de salud que afectan el sistema inmunológico y las personas embarazadas.

Por esto, es esencial que, además de lavar perfectamente las hojas de lechuga bajo el chorro de agua, estas se desinfecten, pues el primer tratamiento solo es capaz de eliminar la suciedad y tierra que pueda encontrarse en el vegetal, pero no los microorganismos patógenos que pueden enfermarnos, los cuales se adhieren a la superficie o incluso la penetra.  Además, toma en cuenta que este tipo de vegetal se suele consumir crudo, así que, al no llevar a cabo ningún proceso con altas temperaturas para cocerlo, no hay otra forma de acabar con los microorganismos antes de consumir la lechuga, más que la desinfección.

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