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RAE responde: si «agua» es femenino, ¿por qué se dice «el agua»?

El español es un lenguaje romance que evolucionó a partir del latín, y muchas de sus características actuales se derivan de esta ancestral raíz. Uno de los elementos más distintivos es el género gramatical, que categoriza los sustantivos en masculinos y femeninos. Sin embargo, no siempre existe una relación lógica entre el género gramatical y el sexo del objeto referido. El género se arraiga en la historia del idioma y, en ocasiones, obedece a razones fonéticas, etimológicas o incluso a convenciones culturales más que a la lógica evidente.

La RAE, fundada en 1713, es la máxima autoridad en el español y se encarga de velar por su correcta utilización. Esta institución no crea las reglas del lenguaje, sino que las registra y describe a medida que evolucionan con el uso. Además, resuelve dudas y clarifica cuestiones gramaticales y ortográficas, actuando como un faro para aquellos que desean emplear el español con precisión.

Ahora, volviendo al enigma del género gramatical de «agua«, la RAE ha aclarado que, aunque «agua» es un sustantivo femenino, se utiliza con el artículo masculino «el» debido a su historia fonética. En latín, la palabra «aqua» (agua) tenía una forma similar, pero comenzaba con una «a» tónica, que provocaba la elisión de la «a» inicial del artículo definido. Esto llevó a la fusión de «aqua» y «el» en «el agua«, manteniendo la sonoridad y evitando la cacofonía que habría resultado de decir «la agua«.

Esta peculiaridad no es exclusiva de «agua«. A continuación, presentamos cinco ejemplos de otras palabras en las que el género gramatical y el sexo del objeto referido no concuerdan de manera evidente:

  • El alma (femenino): Aunque «alma» es de género femenino, se emplea el artículo masculino «el» debido a su inicio con una vocal acentuada.
  • El hambre (femenino): La misma regla se aplica a «hambre«, un sustantivo femenino que utiliza el artículo masculino «el» debido a la fonética histórica.
  • El águila (femenino): Aunque «águila» es un sustantivo femenino, sigue el patrón de emplear el artículo masculino por razones fonéticas.
  • El álgebra (femenino): Al igual que en los casos anteriores, «álgebra» es un sustantivo femenino que toma el artículo masculino debido a su vocal acentuada inicial.
  • El aula (femenino): «Aula» es otro ejemplo de un sustantivo femenino que utiliza el artículo masculino «el» por su acentuación inicial.
El agua como nutriente: funciones en el organismo - Nutrición
FUENTE: Webconsultas

Es importante destacar que estas excepciones gramaticales son una muestra de la riqueza y la complejidad del español como lengua viva. A lo largo de los siglos, el español ha evolucionado, absorbiendo influencias lingüísticas y culturales que han contribuido a estas particularidades gramaticales.

El enigma gramatical de «el agua» es una ventana hacia la historia y evolución del español. El género gramatical no siempre obedece a la lógica aparente y puede estar influenciado por factores fonéticos e incluso, históricos. La RAE, como custodio de la lengua española, juega un papel crucial en aclarar estas dudas y proporcionar pautas para un uso correcto y coherente del idioma.

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Luis Arana

Químico de profesión, ama la bioquímica y los procesos metabólicos. Fiel amante de la poesía.

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