Estos son los asombrosos beneficios de tomar agua con ajo y como infusión
Existen alimentos que además de proporcionarnos calorías, nos aportan micronutrientes y moléculas importantes que tienen efectos terapéuticos en nuestro organismo. Estos alimentos y plantas han sido utilizado a lo largo de la historia de la humanidad, se consideran como parte de la herbolaria y conocimientos de medicina tradicional.
Hoy te hablaremos sobre el consumo del ajo y sus asombroso beneficios en nuestro cuerpo, así que toma nota.
Formas de consumo del ajo
Uno de los métodos para su consumo son las infusiones, esto lo puedes lograr hirviendo algunos dientes ya pelados en agua durante algunos minutos, hasta que veas que el ajo cambió su consistencia y el agua su color y aroma. Puedes agregarle unas gotas de limón y un poco de miel para moderar un poco el sabor.
Otra forma es en licuado, puedes pelar una cabeza completa o algunos dientes y agregarle un vaso de leche, todo esto se licúa y si quieres agregarle un toque de miel para reducir el sabor a ajo, le caerá de maravilla.
Puedes encontrar muchas recetas, pero lo mejor siempre será incluirlo en tus alimentos regulares, en tus recetas como cremas, salsas, sopas, ensaladas y mil más.
¿Por qué se recomienda consumir el ajo fresco?
Siempre te recomendaremos consumir el ajo fresco y de forma natural, ya que muchos de los procesos utilizados para transformarlo en polvos o cápsulas pueden disminuir significativamente los nutrientes que le conforman, esto debido a las variaciones térmicas, afecciones por otros procesos para su secado y en muchos otros casos los aditivos y conservadores.
Existen variedades inmensas con resultados de numerosas investigaciones que han encontrado un efecto dosis-dependiente en la actividad del ajo, sin embargo, no hay consenso en cuanto a la dosis mínima requerida para obtener cambios beneficiosos, por eso siempre consulta a tu médico.
Beneficios cardiovasculares
Múltiples estudios tanto epidemiológicos como clínicos y de laboratorio, señalan que el ajo puede tener efectos positivos sobre los factores de riesgo cardiovascular, ya que reduce la hiperlipidemia, la hipertensión, y previene la formación de trombos.
Es importante tener presente que la U. S. Food and Drug Administration no ha aprobado el ajo (ni los productos derivados del mismo) como agentes reductores del colesterol. Sin embargo, el gobierno alemán si ha dado un paso en esta dirección. Como resultado, la Kommission E de la Agencia Federal Alemana de Salud equivalente a la FDA norteamericana, ha incluido en su monografía que una dosis de 4 g diarios de ajo crudo, o bien 8 mg de aceite esencial de ajo, son apropiados para controlar el colesterol y prevenir otros factores de riesgo cardiovascular.
Los resultados obtenidos con el uso del ajo pueden variar dependiendo de varias características entre las que destacan:
- a) La diversidad de preparaciones.
- b) La variabilidad de dosis y periodos de tratamiento o uso.
- c) La naturaleza de los componentes del ajo, ya que su composición química cambia en función de la frescura y secado del ajo, incluso hasta de su variedad.
- d) El estado de salud del individuo, este alimento no cura enfermedades, aunque podría prevenir complicaciones en algunos casos, no es una mágica solución a tus problemas.
Cuidado con el descontrol en su consumo
Siempre consulta a tu médico y no te automediques, no creas en súper alimentos o suplementos milagro, esto podría poner en riesgo tu salud; en caso de que te interese probar una dieta alta en ajo, consulta con un nutriólogo e infórmate sobre estudios con bases científicas, recordemos que, en caso del ajo, es conocido que a dosis altas puede ser causante de irritación gástrica y náuseas, procura evitarlo si tienes problemas digestivos, reflujo o complicaciones gástricas.
Recuerda que no se le da ajo a los recién nacidos.