Una pequeña grieta en una sartén puede liberar miles de partículas de plástico, revela un estudio
Seguro que has notado que con el tiempo las sartenes antiadherentes se desgastan y van perdiendo gradualmente su recubrimiento de teflón, lo que propicia que disminuya la funcionalidad del instrumento y que nuestros alimentos comiencen a pegarse en la superficie.
Aunque esto es un problema común derivado del desgaste normal de las sartenes, hay a quienes les preocupa la liberación de las partículas de plástico que se da durante este proceso y cómo estas podrían contaminar nuestros alimentos y, finalmente, ingresar a nuestro organismo.
Recientemente un grupo de científicos de la Universidad de Newcastle y la Universidad de Flinders se propuso investigar cuántas partículas de plástico se desprenden durante la cocción y lavado de este tipo de instrumentos a medida que se pierde el recubrimiento que los hace antiadherentes.
Lo que encontraron fue realmente impresionante y preocupante. Te contamos todos los detalles a continuación, ¡sigue leyendo!
Según la investigación realizada, la cual se publicó en Science of The Total Environment, una sola grieta formada sobre la superficie de un sartén recubierto por teflón potencialmente libera 9100 partículas de plástico, pero una sartén desgastada cuenta con cientos de pequeñas grietas, lo que implica que estaríamos lidiando con una cantidad mucho mayor de estos componentes.
Por otra parte, también se encontró que ante un desperfecto mayor, como cuando el recubrimiento de las sartenes está roto, se puede dar lugar a la liberación de 2,3 millones de microplásticos y nanoplásticos, lo cual es una cantidad masiva de estas partículas a las cuales podríamos estar expuestos durante años mediante la preparación de nuestros alimentos que se contaminan al cocinarlos en este tipo de instrumentos, lo que podría traducirse en problemas de salud de importancia.
¿Cómo obtuvieron estos resultados?
Para determinar estas preocupantes cifras, los investigadores utilizaron un enfoque denominado «espectro molecular», el cual permite estudiar los microplásticos y nanoplásticos en revestimientos de teflón mediante la dispersión de fotones.
De este modo, al imitar el desprendimiento del teflón mediante grietas o roturas que se dan durante los procesos de cocción con volteadores de diferentes materiales (acero inoxidable, lana, plástico y madera), se logró estimar cómo estos desperfectos inducen la liberación y posterior contaminación de alimentos con cantidades significativas de partículas de plástico que potencialmente llegan a nuestro organismo.
¿Por qué esta situación es preocupante?
El recubrimiento antiadherente de teflón forma parte de las PFAS, esta es una familia de sustancias químicas fluoradas que se comenzaron a utilizar en distintas industrias desde 1940 y, después de décadas de uso, se determinó que la exposición a PFAS podría causar efectos perjudiciales en la salud humana.
Además, otra importante preocupación es su capacidad inmejorable de persistir en el ambiente y bioacumularse en los organismos, esto debido a que tales sustancias no se degradan con facilidad, según se describe, las PFAS pueden persistir en el humano entre 3 y 7 años.
Actualmente se ha comprobado que estos compuestos químicos podrían estar relacionados con cáncer de riñón, hígado y testículos, alteraciones en el sistema reproductor y en el desarrollo, y se consideran químicos disruptores endócrinos. Por otra parte, una de las cuestiones más alarmantes es que se cree que hay ciertos efectos perjudiciales para el humano aún desconocidos.
De este modo, indican los autores que el presente estudio justifica realizar más investigación para abordar la evaluación de riesgos de los microplásticos y nanoplásticos de teflón, dado que el teflón es un miembro de la familia de PFAS.
«Dado que el PFAS es una gran preocupación, estas micropartículas de teflón en nuestros alimentos podrían ser un problema de salud, por lo que es necesario investigarlo porque no sabemos mucho sobre estos contaminantes emergentes», indican los autores. «Esta investigación nos da una fuerte advertencia de que debemos tener cuidado al seleccionar y usar utensilios de cocina para evitar la contaminación de los alimentos».