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Cómo hacer un fertilizante casero con los restos del té y del café para las plantas de tu jardín

Los desechos que se generan en un hogar son demasiados, sin embargo, hay un par de residuos orgánicos, como las bolsas del té y filtros del café, que podemos rescatar para hacer un fertilizante casero que será muy útil para el crecimiento y desarrollo óptimo de nuestras plantas. El proceso es sencillo, te contamos todos los detalles a continuación. ¡Sigue leyendo!

Una de las mayores dificultades durante el cuidado de las plantas del jardín o huerto es proveerlas de los nutrientes necesarios para su desarrollo, crecimiento y floración, pues en muchas de las ocasiones la tierra que se utiliza para sembrar o plantar no los aporta de manera adecuada, es decir, su fertilidad no es buena.

Ante esto, es posible añadir ciertos componentes extras (fertilizantes) que le suministraran los nutrientes necesarios a cada una de nuestras plantas, lo mejor de todo es que hay formas caseras, sencillas y económicas de hacer esto ocupando gran parte de los residuos orgánicos que se tiran todos los días como desechos a la basura.

¡Vamos a reutilizar estos desechos orgánicos! Aquí te enseñamos a hacer un fertilizante orgánico, casero y económico utilizando los restos del té y del café, entre otros residuos orgánicos.

 ¿Cómo hacer un fertilizante utilizando los restos del té y del café?

El proceso es sencillo y solo requerirás de dichos desechos orgánicos. Para hacerlo tienes dos opciones:

Reutilizar los restos del té y del café directamente

Este tipo de desechos orgánicos los puedes utilizar en tus plantas de manera directa, solo debes seguir los siguientes pasos:

  • Toma los restos del filtro del café y agrégalos directamente a la tierra de las plantas de tu jardín. Si sabes que el filtro está hecho de material orgánico, puedes incluirlo, de no ser así, mejor sepáralo de los restos del café. Puedes esperar a juntar los restos de una semana y agregarlo a tus plantas.
  • Haz exactamente lo mismo con las bolsa de té; ábrelas, separa su contenido y agrégalo a la tierra de tus plantas, si es posible, entiérralo a unos centímetros de profundidad y

a unos dedos de separación de las plantas. Igualmente, si reconoces que el material de la bolsa es de una fibra natural, puedes agregarlo con todo y bolsa.

Reutiliza los restos del té y del café para tu composta

Los restos del té y del café también pueden servir para preparar una composta junto con otros desechos orgánicos, para ello requerirás más tiempo y paciencia, pero te aseguro que vale la pena. Solo debes seguir los siguientes pasos:

Compostera o compostador

Se denomina compostera o compostador al recipiente en el cual haremos nuestro fertilizante orgánico. Para él necesitaras:

  • Tomar una bolsa (resistente) o bote de plástico, un costal, malla o incluso una caja de fruta de madera. Se requiere de un recipiente amplio, preferible que alcance un 1 metro de largo y unos 50 centímetros de ancho (las medidas pueden variar).
  • Asegúrate de que el recipiente que elegiste tenga agujeros en la base y al rededor, de no ser así, es necesario que tú se los realices.
  • Coloque una base o cama de hojas secas, paja o restos de jardín de unos 30 centímetros de altura. Esto puede ser mezclado con tierra. Esta primera capa permitirá una aireación adecuada.
Desechos orgánicos
  • Agrega tus desechos orgánicos. Estos pueden ser cáscaras y restos de verdura y frutas (se recomienda evitar los cítricos), cáscaras de huevo preferiblemente lavadas, filtros de café, bolsa de té, hojas secas, restos de jardín, flores y otros desechos orgánicos.
  • Se recomienda alternar capas de desechos de frutas, verduras y filtros de café con capas de hojas secas, restos de jardín, cáscaras de huevo y tierra. Es decir, debe de tener capas de marrones/secos alternado con capas de verdes/húmedos.
Cuidados
  • Riega tu composta. Se recomienda que cada capa de marrones/secos y verdes/húmedos se riegue según sea necesario. Tanto que la composta se seque como que esté demasiado húmeda alterará el proceso de tu fertilizante.
  • Una vez realizado esto puedes sellar tu recipiente cuidando que haya aireación por la parte de arriba. En el caso de los botes o cajas de fruta, simplemente puedes tapar con una tela.
  • Evita dejar tu compostera al sol, es preferible un lugar con sombra.
  • Debes remover tu compostera constantemente. Se recomienda voltear la composta cada semana, para remover sus componentes.
  • Revisa constantemente, si se observa bastante humedad puedes agregar marrones/secos junto con tierra o, por el contrario, si se nota seca, agrega agua o residuos verdes.
  • Mantén un equilibrio entre material verde y seco.
  • Adiciona tierra para que los microorganismos aceleren el proceso.
  • Normalmente una composta tarda de 2 a 5 meses en estar lista.
  • Con el paso de los meses todos los residuos se deben fusionar hasta quedar irreconocibles.
  • Si el color es café oscuro y tiene un agradable olor a tierra húmeda, tu fertilizante orgánico está listo para agregarlo a las plantas de tu jardín o huerto.
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