El candidato más prometedor para la vida extraterrestre tiene signos de agua líquida poco profunda

La luna de Júpiter, Europa, se distingue como uno de los lugares más prometedores en nuestro sistema solar en el cual podría haber vida extraterrestre ya que décadas de investigación y evidencia sugieren que hay un océano de agua líquida debajo de la superficie helada y que podría extenderse ampliamente en el interior del satélite.

Ahora una nueva teoría publicada el día de hoy en Nature Communications nos revela que el agua líquida poco profunda, dentro de la capa de hielo, también podría existir. Esto se deriva al estudiar y analizar uno de los rasgos geológicos más característicos de Europa, sus crestas dobles, las cuales se extienden ampliamente sobre la superficie del satélite y son uno de los rasgos más antiguamente identificados.

Las crestas a lo largo de Europa parecen estar implicadas en numerosos ciclos de formación y su morfología sugiere que pueden estar formadas por un único proceso activo. Actualmente existen distintas propuestas de mecanismos que implican una fractura de la capa de hielo con una interacción entre el agua y el éste cerca de la superficie.

La hipótesis planteada por los investigadores de la Universidad de Stanford se realizó mediante una comparación de un proceso geológico aparentemente similar pero observado en nuestro planeta Tierra.  La evidencia comparativa se tomó de una doble cresta encontrada en la capa de hielo del noroeste de Groenlandia que se describe con la misma morfología que las que se encuentran en Europa (veáse figura 1.0)

Figura 1.0 Comparación de imágenes de superficie de una doble cresta en Europa (fotografía izquierda) y la Tierra (fotografía derecha). Tomado de: Culberg, R. y colaboradores.

Las observaciones y análisis de esta doble cresta terrestre con un radar de penetración de hielo de alta resolución han revelado un mecanismo que podría explicar cómo procesos del subsuelo y agua líquida poco profunda están implicados en su formación.

De manera general se indica que la formación de estas particulares crestas se da debido a la acumulación de agua líquida poco profunda, concentrado que podría ocurrir en Groenlandia por el drenaje del deshielo. Cuando la superficie de hielo que se encuentra por arriba de esta burbuja de agua se fractura, debido a sobrepresión interna u otras consecuencias, el agua se desplaza hacía la fractura y, una vez desplazada se congela formando una división por la mitad de la burbuja, una vez que el agua a alta presión nuevamente se ve forzada a salir, lo hace en dos direcciones paralelas que generan que en la superficie se formen dos cretas simétricas.

Se propone que un mecanismo muy similar puede surgir en Europa, con la diferencia de que el concentrado o bolsas de agua líquida poco profunda puede provenir del océano que se piensa que está atrapado debajo de la capa helada de la Luna. Si esta teoría es cierta, implicaría que el agua poco profunda ha existido siempre en la luna de Júpiter, lo que apoyará la idea de que un profundo océano salado se encuentra en Europa con una mayor cantidad de agua que en los océanos de la Tierra.

El reporte completo lo puedes consultar en: Nature Communications

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