El fenómeno Mariko Aoki: cuando necesitas evacuar las heces después de entrar en una librería

En el año de 1985, Mariko Aoki, una mujer de 29 años escribió una carta a una revista comentando una experiencia, lo que hizo que muchas otras personas informara sobre el mismo fenómeno que llevaría su nombre:

“No estoy segura de por qué”, escribió Mariko Aoki. “Pero desde hace unos dos o tres años, siempre que voy a una librería me asalta la necesidad de evacuar”.

La gente tiene muchas teorías de si realmente existe este fenómeno. Claro que tenemos problemas mucho más urgentes, como el lidiar con la situación del COVID-19 y descubrir la cura contra el cáncer, que investigar sobre la teoría de que nos salga caca cuando entramos a una librería. Al parecer este fenómeno resultó ser bastante común y muchas personas también escribieron a la editorial para decir que tenían la “condición” de que les dan ganas de evacuar cuando llegan a una librería.

Las personas lo describen como un impulso bastante abrumador y abrupto; ese instinto de hacer del baño que solo siente en las librerías. Algunas personas han mencionado haber tenido síntomas como “dolor de tripa” y “una especie de sensación de ardor en el conducto rectal”. Otros comentan que el síntoma es tan debilitante que tienen que hacer que otros vayan a comprar libros por ellos.

La pregunta es ¿Qué podría estar causando este fenómeno?

Tenemos varias respuestas, aunque en realidad ninguna de ellas es concluyente. Algunas personas han afirmado que podría ser causado por sustancias químicas en la tinta de los libros que provocan que se promueva la digestión (como es de imaginarse, no es tan urgente el curar esta condición, por lo que no se han elaborado muchas investigaciones de este tema).

No obstante, un programa de TV japonés “The Real Side of Un’nan” intentó hacer que los participantes hicieran del baño usando el olor de la tinta, sin éxito alguno.

También sabríamos un poco más sobre la afección si el personal que labora en las librerías evacuara constantemente mientras están en su trabajo.

Otras personas han pensado que puede deberse a una asociación, algo así como los perros de Pavlov. Así como la campanilla que hacía que los canes salivaran a través de asociarlo con comida, en esta hipótesis, los libros hacen que las personas quieran defecar por asociarlo con la lectura mientras hacen del baño. No obstante, esto no explicaría por qué no les pasa esto a las personas en las estanterías de libros en casa.

Otra teoría es que es por la postura que las personas tienen al recoger un libro y es inevitable el efecto en el recto (ver imagen a continuación).

La conclusión es que no existe el síndrome de Mariko Aoki en absoluto, y es simplemente un tipo de sesgo de frecuencia. A pesar de que la historia ha dado vuelta al mundo y quizás las personas estaban condicionadas de manera pavloviana.

Sin embargo les recomendamos llevar toallitas húmedas o papel de baño cuando vayan a una librería, por si acaso.

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Alan Steve tiene una licenciatura en Bioquímica Clínica por la Universidad Nacional Autónoma de México y hace trabajo de investigación en la Unidad de Genética y Diagnóstico Molecular del Hospital Juárez de México. En internet, Alan es fundador de la comunidad Enséñame de Ciencia.