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Así de sencillo puedes cultivar mandarinas en casa, sin gastar mucho dinero y en poco espacio

Crédito de imagen: Bilder von YuM.

¿Te gustaría tener un árbol de mandarina en casa? Aprende lo sencillo que es comenzar con su cultivo.

Aunque podría parecer muy complicado, existen muchas frutas, verduras y hortalizas que podemos cultivar en nuestro hogar de una manera sencilla e incluso sin la necesidad de mucho espacio, pues en la mayoría de las ocasiones se podrán conseguir buenos resultados con solo una par de macetas que podemos mantener perfectamente en sitios reducidos.

Al respecto, el mandarino, árbol que da las mandarinas, cuanta con las características perfectas como para desarrollarse en espacios pequeños, siempre y cuando se le brinden las condiciones básicas para que esta prospere, y, lo mejor de todo, puedes comenzar de manera muy sencilla el cultivo a través de los comúnmente llamados “huesos” que estos frutos ostentan en su interior y que a menudo solo desechamos.

Así que, además de que este ejemplar no requiere de mucho espacio para su mantenimiento, para el cultivo no es necesario invertir mucho dinero, pues es posible comenzar con esto a través de las semillas que podemos reservar del fruto. De esta manera, si a ti te interesa realizar esto, aquí has llegado al lugar indicado, pues el día de hoy en este artículo te contaremos cómo puedes empezar con tu cultivo de mandarinas en casa desde cero.

De este modo, si estás interesado en conocer esta información, te invitamos a seguir leyendo este artículo, pues te contaremos todos los detalles de esto a continuación.

Crédito de imagen: Africa images.
Así de sencillo puedes cultivar mandarinas en casa, sin gastar mucho dinero y en poco espacio

Para comenzar con el cultivo de mandarinas en casa, te recomendamos realizar lo siguiente:

-Reserva las semillas. Lo primero que debes de hacer para comenzar con tu cultivo de mandarinas es reservar todas las semillas del fruto que estés por consumir.

 

-Prepara para germinar. Una vez que hayas obtenido las semillas, te recomendamos ponerlas bajo el chorro del agua para eliminar la pulpa que estas podrían contener. Posteriormente, toma una servilleta de papel y ábrela para luego poner las semillas dentro de esta y volver a cerrar. Cuando esto esté listo, busca un recipiente o bolsa hermética, mete la servilleta con las semillas y rocía agua con un atomizador hasta que esté bien húmedo.

 

-Espera a que germinen. Cuando tengas este sistema listo, ciérralo y mantenlo en un sitio a temperatura ambiente con una adecuada ventilación y verifica todos los días su estado para garantizar que la servilleta se mantiene húmeda y que ningún hongo ha crecido en el interior. En general, después de un par de semanas notarás que estás comenzarán a germinar.

 

-Hora de trasplantar. Una vez que hayas notado que la semilla ha germinado, será momento de pasar a tierra, para lo cual te recomendamos utilizar macetas pequeñas con sustrato bien abonado, mantener una adecuada humedad y dejar en un sitio en donde pueda recibir varias horas de luz solar para su adecuado desarrollo. Finalmente, luego de un tiempo de crecimiento será momento de que pases el ejemplar a una maceta un poco más grande en donde pueda establecerse de manera definitiva.

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