¿Por qué el asfalto tienen manchas coloridas después de que ha llovido? La ciencia lo explica
¿Alguna vez has visto esas manchas tipo arco iris que se reflejan en los asfaltos después de una buena lluvia y que se ve reflejada en los charcos a contraluz? El fenómeno de los reflejos de aceite se debe a la interferencia de la luz en una fina película de aceite que se forma en la superficie del agua de los charcos. A continuación, te explicaremos con un poco de ciencia este fenómeno que, aunque se vea “bonito” en el asfalto, es de gran preocupación verlos abundantemente.
La física de los “charcos de aceite”
La luz que vemos, ya sea del sol o de una lámpara, está compuesta por diferentes longitudes de onda que se corresponden con los diferentes colores del espectro visible: rojo, naranja, amarillo, verde, azul, añil y violeta. Cuando esta luz incide sobre una superficie, puede ser reflejada, absorbida o transmitida, dependiendo de las propiedades de esa superficie.
Ahora bien, cuando el agua de lluvia se mezcla con pequeñas cantidades de aceite en la superficie de un charco, se forma una película delgada de aceite sobre el agua. Esta película actúa como una especie de «espejo» que refleja la luz que incide sobre ella.
Aquí es donde entra en juego la interferencia de la luz. La luz que se refleja en la película de aceite viaja distancias ligeramente diferentes dependiendo de su longitud de onda. Cuando estas ondas de luz se encuentran de nuevo, pueden interferir entre sí, ya sea constructiva o destructivamente.
La interferencia constructiva ocurre cuando las crestas de las ondas de luz coinciden, lo que resulta en un refuerzo de la luz y un color más brillante. Por otro lado, la interferencia destructiva ocurre cuando las crestas de las ondas de luz no coinciden, lo que resulta en la cancelación de la luz y la ausencia de color.
Este fenómeno se conoce como interferencia de capa delgada y es el responsable de los colores brillantes y cambiantes que vemos en los reflejos de aceite. Las películas de aceite tienen un espesor que permite que la luz reflejada se interfiera entre sí, creando estos patrones de colores iridiscentes.
La razón por la que estos reflejos de aceite son tan comunes en las ciudades podría deberse a la cantidad de aceites y contaminantes que se acumulan en las carreteras y calles. Por ejemplo, también el tráfico constante de vehículos libera pequeñas cantidades de aceite y otros fluidos que se mezclan con el agua de lluvia, creando las condiciones ideales para la formación de los reflejos iridiscentes o simplemente es que un auto con una prominente fuga ha dejado su mancha de aceite sobre el asfalto.
Es importante mencionar que, aunque los reflejos de aceite pueden parecer un fenómeno querido a la vista, también pueden ser perjudiciales para el medio ambiente. El aceite y otros contaminantes que se acumulan en las carreteras pueden ser arrastrados por el agua de lluvia hacia ríos, lagos y océanos, causando daños a la vida acuática y al ecosistema en general.
