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Encuentran cráneo de un antiguo anfibio que finalmente revela como pudieron evolucionar las ranas

FUENTE: Getty Images

La evolución es un proceso del que ya se tiene suficiente evidencia para asegurar que las especies lograron adaptarse a las condiciones ambientales que les precedían, teniendo una clara expresión en sus genes que favorecen su supervivencia. Nos resulta interesante nuevamente como esta evidencia puede llegar a ser increíble cuando podemos entender a una especie en particular. En la Tierra prehistórica, donde criaturas extrañas y gigantes dominaban la Tierra mucho antes de que los dinosaurios hicieran su aparición, estos antiguos habitantes, a menudo olvidados en el tiempo, pero los anfibios, esos animales de los cuales nos hablaron que podían adaptarse tanto en el agua como en la Tierra fueron el parteaguas necesario para comprender la evolución de estas especies.

Recientemente, un artículo nos ha dado algo importante para entender un poco más ese mundo antiguo y entender mejor el origen y la evolución de los anfibios, esos seres que van desde las ranas saltarinas hasta las salamandras.

Kermitops gratus

La rana Kermit de The Muppets Show, así es como se ha bautizado a una nueva especie de anfibio antiguo que encontraron en Texas, Kermitops gratus, que ha sido el centro de atención de los científicos y el público en general. Este ser vivió hace aproximadamente 270 millones de años, mucho antes de que los dinosaurios caminaran sobre la Tierra. Su cráneo fosilizado, descubierto en Texas en 1984 y guardado en el Museo Nacional de Historia Natural del Smithsonian, nos ha hecho entender algunos secretos que no sabíamos que tenían los anfibios.

Por ejemplo, Kermitops gratus pertenece a un grupo de anfibios llamados temnospóndilos, que fueron prominentes durante los períodos Carbonífero, Pérmico y Triásico, hace más de 200 millones de años aproximadamente. Lo que hace especial a Kermitops es su cráneo único, con grandes ojos ovales y una forma de cabeza que nos dice que tenían una dieta de larvas y pequeños insectos, similar a lo que comen las ranas y salamandras modernas. Sin embargo, no todo es igual. Aunque comparte algunas características con los anfibios actuales, como los dientes, su estructura ósea difiere en aspectos importantes. Por ejemplo, tiene huesos palpebrales en lugar de párpados móviles, y NO TIENEN la tercera membrana. Dicha membrana, en la actualidad se encarga de proteger y lubrica los ojos de los anfibios modernos.

FUENTE: Smithsonian Institute

La evolución de los anfibios

Este descubrimiento es más que un simple hallazgo paleontológico; es una pieza clave en el rompecabezas de cómo evolucionaron las ranas y salamandras a lo largo del tiempo. Kermitops gratus ofrece a los científicos pistas valiosas para comprender cómo estas criaturas desarrollaron sus características únicas y especializadas. Como señala So, uno de los investigadores, este anfibio ancestral nos ayuda a cerrar una enorme brecha en nuestra comprensión de la evolución de los anfibios y nos permite saber cómo la vida ha evolucionado y se ha adaptado a lo largo de millones de años en nuestro planeta.

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Luis Arana

Químico de profesión, ama la bioquímica y los procesos metabólicos. Fiel amante de la poesía.

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