Sonda de la NASA alerta de un enorme asteroide acercándose a la Tierra
El espacio exterior está lleno de cuerpos celestes impresionantes, de distintos tamaños y composiciones. Todos ellos cumplen con una función dentro de nuestro sabio Universo, pero eso no minimiza que puedan considerarse como una amenaza para la estabilidad y seguridad de la vida en la Tierra, como es el caso de algunos asteroides.
A causa de que algunos cuerpos celestes de esta categoría son enormes y podrían ocasionar catástrofes fatales para la humanidad, es que la NASA se ha mantenido en constante vigilancia para estudiar y conocer las órbitas de estos cuerpos ante las amenazas de posible impacto contra nuestro planeta.
Un ejemplo de ello es un asteroide que posee una longitud aproximada de 340 metros, descubierto el 19 de junio de 2004 por Roy A. Tucker, David J. Tholen y Fabrizio Bernardi, bautizado con el nombre de Apophis en referencia al dios del caos y la oscuridad de la mitología egipcia. Este asteroide tiene una aproximación a la Tierra dentro de 5 años, logrando una distancia de 20,000 millas de separación entre su órbita y nuestro planeta, lo que equivale a una distancia 10 veces más cercana que la Luna, y esto convertirá a dicho encuentro en uno de los más cercanos con objetos de tal magnitud a nuestro planeta en la historia moderna.
El asteroide Apophis tiene una forma oblonga, como la de un maní. Su diámetro es de aproximadamente 340 metros y pasará a tan sólo 31,860 kilómetros de la superficie de la Tierra, para el día 13 de abril de 2029, cercanía que lo hará visible a simple vista por algunas horas, siendo posible reconocerlo por la proyección de un punto de luz en el cielo nocturno sobre los territorios de África y Europa.
Este sobrevuelo probablemente genere cambios en la trayectoria orbital y rotación de Apophis, debido a la atracción gravitatoria de la Tierra. La sonda espacial OSIRIS- APEX (Apophis Explorer), fue la sonda que logró recolectar muestras del asteroide Bennu para su estudio en la Tierra, y ahora es rebautizada para dirigirse a Apophis, encontrándose lista para capturar el momento en que se acerque a la Tierra mediante imágenes y datos que estarán combinados con observaciones desde telescopios terrestres para comprender de mejor manera las alteraciones de este asteroide.
Este estudio planeado por la NASA ofrecerá información detallada sobre la estructura y propiedades de los asteroides, la cual es necesaria para la defensa planetaria, ya que la comprensión de su composición, densidad y comportamiento orbital impulsará las estrategias para desviar estos cuerpos celestes y minimizar en lo máximo posible las amenazas de impacto contra nuestro planeta.
La NASA ha realizado recientemente pruebas de defensa planetaria, logrando desviar un pequeño asteroide el año pasado, y a pesar de que el impacto de Apophis no significa una amenaza de extinción global, sí es capaz de ocasionar desastres a nivel local o regional. Sin embargo, las observaciones de la órbita de este asteroide alrededor del Sol en el año 2021 descartaron el riesgo de que esta roca espacial impacte contra nuestro planeta, por lo que aún estamos “a salvo” del que han nombrado ‘uno de los asteroides más infames’, según un investigador de la misión OSIRIS-APEX, Dani DellaGiustina.