La mejor manera de aprovechar los huesos de mango: no volverás a desecharlos

Decidir cual es la fruta favorita de las personas puede ser algo complicado, dependiendo de los gustos y exigencias de cada uno de los habitantes del planeta Tierra; sin embargo, muchas personas consideran a las frutas tropicales como sus favoritas.

Dentro de estas frutas se encuentra el mango, una especie tropical arbórea del género Mangifera, especialmente de Mangifera indica.

Botánicamente hablando, se trata de una drupa (un fruto carnoso con una piel delgada con un centro duro llamado endocarpio que resguarda a la semilla), del cual, las personas eliminan la cáscara y solo consumen la suave y dulce pulpa, separando la mayor cantidad de esta última del «hueso».

Ciertamente los residuos (cáscara y hueso) del mango, son considerados como basura, sin saber todos los beneficios que se pueden obtener de ellos.

Como ya es habitual, te diremos la manera correcta de utilizar el hueso del mango, disminuyendo así, la cantidad de residuos orgánicos que produces, al mismo tiempo que aprovechas al máximo este delicioso fruto.

¿Cómo aprovechar el hueso del mango?

Siembra.

Si lo que deseas es plantar un árbol en tu huerto, necesitarás obtener la semilla que se encuentra dentro del hueso (endocarpio).

Para facilitar esta tarea, tienes que dejar secar durante 24 horas (mínimo) el hueso del mango, con la finalidad de que el resto de pulpa que pueda tener, pierda agua y se seque.

Pasado el tiempo, con ayuda de un cuchillo elimina las vellosidades (endocarpio fibroso) por las que está cubierto el hueso y con mucho cuidado introduce la punta de tu objeto punzo cortante para poder separar las dos partes que conforman al endocarpio y poder extraer la semilla.

Una vez que obtuviste la semilla, deja en lugar seco y sin luz durante 2 días y pasado el tiempo tu semilla estará lista para ser sembrada y esperar unos buenos años para recoger los frutos de tu paciencia.

Harina

Una de las formas más innovadoras de usar la semilla del mango es para la elaboración de harinas con un alto valor nutricional.

Para ello debes de obtener la semilla del hueso del mango de la misma forma que en el truco anterior. Una vez que la tienes, deberás picar en trozos lo más delgados posibles o, con ayuda de una mandolina, sacar pequeñas láminas para colocar sobre un deshidratador o bien en una charola para hornear y lograr eliminar la mayor cantidad de humedad sin que se queme.

Una vez que obtengas como resultado una semilla crocante, pasa a un procesador para triturar la semilla deshidratada hasta obtener la consistencia de harina y listo, podrás implementar en la realización de tus comidas habituales.

De acuerdo con un estudio, «las propiedades fisicoquímicas de la harina de almendra del mango nos muestran que es posible utilizar estas para crear nuevos productos como pueden ser botanas, cereales, pasteles, entre otros, que posean propiedades nutricionales altas en proteínas y fibra».

Antibacterial

Según la científica Christina Engels de la Universidad de Alberta en Canadá, la semilla de mango tiene compuestos químicos con propiedades antibacteriales.

Esto es debido a la presencia de galotanina, un compuesto químico efectiva contra ciertos tipos de bacteria, incluyendo Listeria y E coli. Para poder usarla, deberás rayar la semilla de mango, con ayuda de un rallador fino.

Una vez que obtengas una masa fina, coloca sobre una sartén a fuego bajo y coloca de 3 a 5 cucharadas soperas de agua, para evitar que la masa se queme. Deja calentar la masa durante 5 minutos, moviendo constantemente y una vez transcurrido el tiempo, deja enfriar y coloca sobre una manta de cielo o gasa.

Una vez que puedas manipular la masa, exprime la manta de cielo, con la finalidad de filtrar la mayor cantidad de aceite esencial que deberás depositar en un recipiente.

Con la finalidad de eliminar la mayor cantidad de agua, regresa lo obtenido de la manta de cielo a la sartén y deja consumir hasta obtener el puro aceite que deberás almacenar en un recipiente con tapa hermética y conservar en refrigeración.

Lo puedes utilizar para hidratar tus manos y proteger de patógenos, al igual que implementar su uso para lavar el baño, asegurándote de eliminar las bacterias que ahí se encuentran.

Así que no vuelvas a tirar los huesos de mango y sácales el mayor provecho.

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