Cómo estirar los zapatos apretados: trucos para que no lastimen

Estrenar un par de zapatos alegra el día, sobre todo quedan perfectos con tu ropa, por desgracia suele suceder que por alguna razón cuando al momento de estrenar estos llegan a estar muy reducidos o simplemente sientes que al caminar los pies no caben en el calzado, o peor aún, la fricción provoca algunas dolorosas ampollas. Si esto te ha sucedido, te tengo un par de soluciones que consisten en una serie de trucos los cuáles permitirán aflojar los zapatos para que no aprieten al caminar. A continuación, cómo estirar los zapatos que están demasiado apretados.
Utiliza por la noche
Una de las formas más sencillas para lograr estirar los zapatos antes de usarlos en la calle, es llevando puestos por la noche para aflojarlos. Para hacerlo tendrás que ponerte los zapatos con algunos calcetines grueso, después camina por toda la casa hasta que empiece a doler. Repite esto varias veces para que se vayan aflojando, ya que el calcetín grueso hará que el zapato se expanda tras cada pisada. Si estás pensando en cambiarlos en el caso de que no puedas arreglarlos, entonces se recomienda caminar sobre una alfombra para evitar ensuciar las suelas.
Calcetines gruesos y secadora
El siguiente truco también implica utilizar un par de calcetines gruesos, si no tienes de estos, un par de calcetines de hombre funcionarán. Úsalos y ponte los zapatos que desees agrandar, después con ayuda de una secadora para el cabello a una temperatura media, aplica aire a los bordes del calzado, de tal manera que las áreas que aprietan sean penetradas por el aire. Después, aplica algún hidratante de zapatos para que el material contraído se dilate y estire el calzado. Es importante que la secadora solamente permanezca así durante 20 a 30 segundos y a una temperatura no tan elevada, pues de lo contrario el material podría dañarse.
Bolsa fría
Si tu calzado no es de cuero, entonces este método podría funcionarte mucho más. Es sencillo, solamente tendrás que introducir tus zapatos a una bolsa con cremallera, asegurándote de que esta no tenga ninguna fuga, pues se tiene que evitar la filtración de humedad. Una vez que los zapatos estén guardados en la bolsa cerrada, mete al congelador, de tal manera que el frío expanda el material y los zapatos queden menos reducidos de lo que estaban. Par finalizar, saca del congelador y espera a que la temperatura se regule. Si el método no funcionó, puedes volver a intentar para mejores resultados.
Alcohol isopropílico
Por último, el alcohol isopropílico también será de gran ayuda para estirar los zapatos que están demasiado reducidos. Solamente debes aplicar alcohol a las zonas que más necesitan estirarse, ya que está sustancia será buena para expandir el material. Otra manera es rociar una solución de mitad alcohol, mitad agua al interior del calzado para después caminar con ellos durante unos minutos. Prueba el truco que prefieras, verás cómo esta sustancia en tan solo minutos hará que tus zapatos no queden tan ajustados y no presionen los pies al caminar.