Evita que las cebollas se pudran: El truco infalible para que duren más tiempo

La mayoría de las personas ha aprendido en diferentes ocasiones algo de forma empírica, observando a otras personas realizar tareas con la mayor normalidad, prosiguiendo a copiar su actuar.

Esto no es nada extraño, es una de las primeras formas de aprendizaje y de manera inconsciente seguimos haciéndolo en la edad adulta. Un ejemplo de esto sería, algo tan cotidiano como elegir solo aquellas verduras que se consumen en nuestro hogar, al igual que, almacenarlas de acuerdo a lo que se ha observado.

Sin embargo, algunas veces realizamos estas tareas de manera automática sin analizar mucho el momento en el que se aprendió o bien, cuestionando si estamos haciendo lo correcto.

A pesar de que cada persona se acopla de manera distinta para realizar sus tareas y tiene diferentes métodos para llevar a cabo la misma acción, lo cierto es que, hay algunos más efectivos que otros y tienen su explicación de forma científica y/o biológica.

Esto suele pasar mucho a la hora de preparar alimentos, lo que resulta ser todo un tema de polémica y debate. Pero, en esta ocasión hablaremos de la forma correcta de almacenar un producto que no puede faltar en la cocina.

La cebolla (Allium cepa), es una planta herbácea y la especie más cultivada dentro del género Allium, provocado por la alta demanda que existe en su consumo, siendo ocupada en millones de cocinas para condimentar la comida o simplemente para acompañar con guarniciones.

Un sabor peculiar, picante y fuerte que, no suele ser del gusto de todas las personas en crudo, pero definitivamente cambia la experiencia culinaria en los comensales que degustan deliciosos platillos que ocuparon este tubérculo en su elaboración.

De acuerdo a la BBC, la cebolla es una excelente fuente de ácido fólico, contiene azúcar natural, vitaminas A, B6, C y E, además de minerales como el sodio, potasio, hierro y  fibra alimentaria.

Una duda que surge con frecuencia es, ¿Cuál es la manera correcta de almacenar la cebolla?

No es de extrañarse que se planteé este cuestionamiento, cuando uno de los métodos de aprender es la observación y vemos que hay personas que deciden guardar el producto en la nevera y otros fuera de ella, así que, aquí te diremos la manera adecuada de realizar esta acción.

Lo cierto es que ambas maneras son correctas, pero utilizando uno de los dos métodos, te ayudará a que tus cebollas perduren por un tiempo mayor, evitando que se desperdicie y sobre todo minimizando gastos.

Lo ideal buscar un equilibrio perfecto entre dos condiciones ambientales nada favorables para nuestra cebolla. Por un lado, evitar un lugar soleado y con altas temperaturas, que propicien la germinación por exposición solar, al igual que su descomposición. Por otro lado, sitios extremadamente fríos que logren “quemar” el vegetal, acelerando el proceso de putrefacción.

La forma en cómo se recomienda que se guarde este tubérculo es en un sitio oscuro y ventilado para reducir la mayor cantidad de humedad en el ambiente, condición que provocaría, la aparición de patógenos que reducirían el tiempo de vida de la cebolla.

Para un almacenamiento adecuado se recomienda utilizar recipientes abiertos, bolsas de maya y/o cestos que optimicen una adecuada circulación de aire para tener una ventilación homogénea.  Con este método puedes alargar la vida de tus cebollas de 1 a 9 meses, dependiendo de las condiciones ambientales.

El uso del refrigerador se recomienda para almacenar cebollas cortadas, sin prolongar más de 1 semana su consumo.

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