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La desactivación de un gen podría permitirle comer todo lo que quiera sin subir de peso

Los temas relacionados con la pérdida de masa grasa son de los más buscados por los internautas en la web, y no es de extrañar, pues muchos individuos tienen la peculiaridad de subir fácilmente de peso, aún cuando se someten a diversos programas de reducción de masa grasa.

Actualmente se considera a la obesidad como un problema creciente en la población, llegando a ser catalogada como una epidemia sin fin y, si bien es cierto que las causas que determinan la obesidad a nivel mundial son multifactoriales (como aspectos socioeconómicos que determinan la dieta de un individuo), a nivel individual la causa subyacente radica en un desequilibrio entre las calorías consumidas y las calorías gastadas, lo cual a su vez depende de varios factores metabólicos.

Sin embargo, un equipo de investigadores del Centro Médico de la Universidad de Texas Southwestern y la Universidad Flinders en Australia, han encontrado lo que parece ser una posible solución para combatir esta epidemia creciente que afecta a un gran número de individuos.

En el estudio, los científicos encontraron que al desactivar un gen en ratones, estos se volvían resistentes al aumento de peso inducido por la dieta, aún cuando se les llegaba a suministrar una cantidad considerable de alimentos grasos. El gen en cuestión es conocido como RCAN1, y juega un papel importante en los mecanismos que se generan en los adipocitos (células que almacenan la grasa) y en los miocitos (células musculares), frenando la respuesta termogénica adaptativa, lo que proporciona un control sobre los recursos energéticos.

El equipo utilizó dos grupos de ratones que se sometieron a una dieta alta en grasas durante 25 semanas. Mientras los ratones del primer grupo aumentaron de peso, el grupo que tenía deficiencia de RCAN1 mostró una resistencia mayor a incrementar su masa grasa. Para comprobar que esto no se debiera a una deficiencia en la asimilación de grasas en ambos grupos, los científicos analizaron las heces de los roedores, encontrándose similares en ambos casos.

“Sabemos que a muchas personas les cuesta perder peso. Nuestros hallazgos podrían significar el desarrollo de una píldora que altere la expresión de RCAN1 y pueda resultar en la pérdida de peso por parte de los individuos que las consuman. Ya hemos desarrollado una serie de medicamentos que se dirigen a la proteína que produce este gen, y ahora estamos en el proceso de probarlos para ver si inhiben RCAN1 y si podrían representar nuevos medicamentos potenciales contra la obesidad» explicó el Dr. Damien Keating,  profesor de la Universidad de Flinders y coautor del estudio publicado en EMBO Reports.

Actualmente, la obesidad tiene un impacto negativo en la calidad de vida de las personas que la padecen, asociándose a un mayor riesgo de presentar enfermedades cardiovasculares, metabólicas y cierto tipo de neoplasias. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la obesidad reduce la esperanza de vida hasta en 6-20 años. Por ello, resulta importante realizar medidas para combatir esta afección, y los resultados mostrados en este estudio pueden ser de vital importancia para la creación de medidas alternativas en su lucha. Aún así, el acondicionamiento físico es la mejor opción para estimular la oxidación de ácidos grasos, evitando de esta manera que se manifieste el sobrepeso.

El estudio ha sido publicado en EMBO Reports, y lo puedes ver aquí.

Una versión original de esta nota fue publicada en 2021.

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Alan Steve tiene una licenciatura en Bioquímica Clínica por la Universidad Nacional Autónoma de México y hace trabajo de investigación en la Unidad de Genética y Diagnóstico Molecular del Hospital Juárez de México. En internet, Alan es fundador de la comunidad Enséñame de Ciencia.

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