Una prueba sanguínea ya puede detectar si tienes ELA, la enfermedad que le dio a Stephen Hawking

Un avance que podría cambiar la vida de muchas personas que sufren una enfermedad terrible, llamada esclerosis lateral amiotrófica (ELA), o más conocida como la enfermedad de Lou Gehrig. Es una condición que afecta los nervios encargados de controlar los músculos que usamos para movernos, hablar, y hasta respirar. La misma de la que enfermó el erudito científico Stephen Hawking.

Lo primero que hay que entender es que la ELA es una enfermedad neurodegenerativa. Esto significa que, poco a poco, las personas pierden la capacidad de mover sus músculos. Al principio, pueden notar que se les hace difícil levantar un brazo o que les tiemblan las manos, pero con el tiempo la cosa se pone mucho más seria. Los pacientes terminan perdiendo la capacidad de hacer cosas tan básicas como comer o respirar por sí mismos. Y lo más triste es que, en la mayoría de los casos, la gente que sufre de ELA vive solo entre tres y cinco años después de que comienzan a aparecer los primeros síntomas.

Ahora, aquí viene lo complicado. Diagnosticar ELA no es fácil. ¿Por qué? Porque al principio los síntomas pueden parecerse a los de otras enfermedades que afectan los nervios, como el Parkinson o la esclerosis múltiple. Entonces, los doctores a menudo tienen que esperar y ver cómo avanzan estos síntomas para estar seguros de que se trata de ELA y no de otra cosa. Solo imagínate la angustia de alguien que sabe que algo está mal, pero tiene que esperar meses o años para saber exactamente qué es lo que tiene. Durante ese tiempo, su cuerpo sigue deteriorándose, y las oportunidades para empezar un tratamiento efectivo se van reduciendo.

Aquí es donde entra en escena un nuevo avance: un análisis de sangre que podría detectar la ELA de una manera mucho más rápida y precisa. Este test, que parece ser muy prometedor, puede identificar la presencia de ELA con un 98% de precisión. ¿Cómo funciona? Básicamente, lo que hace es buscar ocho microARN específicos en la sangre. Estos microARN son como pequeñas señales que el cuerpo envía cuando algo no va bien, y en el caso de las personas con ELA, estos microARN actúan como una «huella digital» de la enfermedad.

Este nuevo test podría ser un gran cambio para los pacientes. En lugar de tener que esperar tanto tiempo para saber qué les está pasando, los doctores podrían hacer este análisis de sangre y tener una respuesta mucho más rápida. Aunque hoy en día no existe una cura para la ELA, hay algunos medicamentos, como el riluzol y el edaravone, que pueden ayudar a frenar un poco la progresión de la enfermedad, especialmente si se empiezan a tomar lo antes posible.

Además, este test podría ayudar a los científicos a entender mejor la ELA y desarrollar nuevos tratamientos. Al conocer las vías biológicas específicas que se ven afectadas por la enfermedad, como la inflamación de los nervios o la muerte celular programada, se podrían diseñar medicamentos más efectivos.

Eso sí, hay que tener en cuenta que este test todavía necesita pasar por más estudios y obtener la aprobación necesaria para ser utilizado en clínicas y hospitales. Pero los investigadores están optimistas y ya están buscando la manera de hacer que este test esté disponible lo antes posible. Si todo sale bien, podríamos verlo en uso dentro de unos 18 meses.