¿Qué pasa si tomas agua de una botella expuesta al sol? No son buenas noticias

Conoce qué es lo que sucede cuando tomas agua de una botella que ha estado expuesta al sol, seguro que no lo sabías, pero al parecer se debe tener cierta precaución con esta práctica.
Tras una tarde ajetreada de mucho trabajo, recuerdas que dejaste tu botella de agua en el carro, regresas por ella para hidratarte un poco, pero notas de inmediato que esta ha permanecido tanto tiempo expuesta al sol y a las altas temperaturas del vehículo que te cuestiones si deberías tomarla, esto no solo porque será difícil que en esa condiciones la bebida te pueda refrescar, sino también porque vale la pena preguntar, ¿será adecuado consumir agua en esas condiciones o podría tener algún efecto para la salud?
En general, es muy posible que la mayoría de los lectores haya estado en una situación como esta o en una muy similar, en la cual la cuestión es la misma, tomar o no tomar de una botella que ha estado expuesta al sol por varias horas, esto especialmente por no reconocer si esto podría tener una consecuencia negativa para su organismo. Al respecto, ante esta situación es muy probable que una gran mayoría haya decidido no consumir esa bebida en esas condiciones, solo por precaución, pero ¿será esto realmente perjudicial para la salud?
Pues bien, resulta que esta duda ha sido tan frecuente e importante que diversos grupos de científicos han indagado sobre qué es lo que le sucede al agua embotellada cuando está expuesta al sol, así como si el consumo de esta bebida puede ser perjudicial para la salud, y lo que han encontrado parece que no son tan buenas noticias, esto especialmente por el empaque de plástico en el que esta bebida se transporta.
De manera más precisa, los investigadores han mostrado preocupación sobre los distintos aditivos que se añaden al tereftalato de polietileno (PET) para formar el plástico del envase, los cuales podrían filtrarse al agua, así que, tomando en cuenta esto, distintos grupos de investigación se han centrado en evaluar si existe dicha transferencia de contaminantes ante diversas circunstancias, como la exposición prolongada a la luz solar, y su posible toxicidad para el humano.

En lo que respecta a esto, se ha encontrado que, aunque sí existe cierta transferencia hacia el agua de algunos aditivos que se añaden al plástico, como los ftalatos, el bisfenol, etcétera, todo parece indicar que la concentración se mantiene por debajo del umbral de seguridad, y, por lo tanto, estos no tienen efectos tóxicos de los cuales debamos preocuparnos.
Por otra parte, un estudio de este año se enfocó en evaluar si las botellas de agua expuestas a estrés lumínico y térmico, como la exposición a la luz solar por varias horas al dejarla en el carro, es capaz de provocar la degradación y envejecimiento de dichos envases de plástico, lo que a su vez podría liberar los conocidos como “Compuestos Orgánicos Volátiles” (COV) y mantenerse en el aire dentro de la botella, los cuales, al inhalarse, podrían representar un riesgo para la salud.
En general, los resultados de este interesante estudio demostraron que, en efecto, estas condiciones en las botellas de plástico provocan la liberación de varios COV, los cuales varían en composición y cantidad dependiendo cada contenedor y del tiempo de exposición al estrés lumínico y térmico, algunos de los cuales se distinguen por ser potencialmente tóxicos, lo que parecen ser malas noticias para quienes suelen consumir agua en estas condiciones.
No obstante esto, es indispensable aclarar que, al igual que en otro tipo de estudios, en esta investigación se concluyó que, aunque ciertamente la exposición a la luz de manera prolongada provoca la degradación y envejecimiento de las botellas de plástico y, a su vez, esto propicia la formación de COV en el aire de la botella, los cuales son potencialmente tóxicos, estos se encuentran en una proporción tan pequeña, de nanogramos, que consumir agua embotellada en estas condiciones supone riesgos mínimos para la salud humana.
