¿Por qué NO debo meter comida caliente al refrigerador?
Lo primero que hacemos cuando terminamos de comer es lavar los trastes que fueron utilizados para cocinar, y, por ende, guardar la comida, pero ¿guardar la comida aún caliente en el refrigerador? ¿Consideras que es una acción correcta? Aquí resolveremos tu duda.
La comida es uno de los aspectos más importantes y primordiales dentro del hogar, pues de esta es donde sacamos los nutrientes esenciales para que nuestro cuerpo pueda llevar a cabo actividades de la vida diaria con suficiente energía, así como también para brindarle nutrición completa y seguir desarrollándonos o manteniéndonos de manera saludable.
Cocinar y luego guardar
Una acción muy frecuente, y a decir verdad, de lo más normal… guardar tus alimentos después de haber consumido lo necesario, para vida de poder lavar todo aquel traste, cubierto, ollas, sartenes que fueron ensuciados durante la elaboración de la comida, y hasta aquí todo marcha bien.
Llega la hora de lavar los trastes, y te das cuenta de que aún hay comida guardada dentro de los sartenes, evidentemente, nadie desea tirar los alimentos, por lo cual, siempre optamos por guardarlos en tápers y ¡adentrarlos en el refrigerador! Pero, ¿esta dinámica es correcta? ¿Pone en riesgo tu salud? ¿Puedes maltratar tu refrigerador de tal manera que se afecte su funcionalidad? Mil preguntas que hay rondando por tu cabeza, pero hoy estamos aquí para resolvértelas.
La experta en Calidad y Seguridad Alimentaria, Gabriela Brieba, desde el momento en que adentramos comida caliente a nuestro refrigerador, los alimentos que están a su alrededor empiezan a correr peligro, dando paso a que ocurra una grave intoxicación.
Esto puede resultar ser muy riesgoso para la salud tanto tuya como la de quienes viven contigo, sin embargo, aparte del riesgo de salud, también nos encontramos ante una posible complicación con la funcionalidad de tu refrigerador.

Al ser un alimento aún caliente, mismo que meterás en la nevera que, evidentemente, está helada, habrá un choque de temperatura, así como el refrigerador empezará a sobre esforzarse, lo que aumentará también el consumo de electricidad.
Todo esto será causado debido a que el refrigerador está tratando de enfriar un alimento que ha ingresado caliente, y todo empezará a funcionar al doble en el interior de tu nevera.
Lo que se recomienda es que, cuando termines de cocinar, inmediatamente pases tu comida a recipientes que no sean tan hondos, pueden ser de vidrio, y sin tener que taparlos para que empiece a enfriar (siempre y cuando ya hayas servido tu porción de comida al plato) y dejar tus trastes remojando.
De esta manera, una vez termines de comer, podrás dirigirte a lavar tus trastes con total facilidad y sin tener que tallar, ya que estarán remojándose. Al terminar, puedes tocar la comida de los recipientes, si ya está relativamente fría o al menos tibia, podrás meterla con tranquilidad a tu refrigerador, ¡recuerda! Esto será únicamente cuando tus alimentos, en el recipiente, ya no estén calientes.