Desarrollan nueva técnica para avanzar en el estudio del autismo
La complejidad del organismo humano está muy lejos de ser entendido por completo por los científicos expertos en estos temas, pero, cada avance es un paso importante.
Desde que el ser humano hace uso de su razón y comienza a tener intriga de cómo funciona nuestro propio cuerpo, se han logrado descubrimientos de suma importancia y relevancia científica que nos brindan de información del cómo funciona el organismo de un ser humano.
Aunque, la comunidad científica tiene años atravesando la complejidad de nuestro cuerpo a nivel celular, los resultados relevantes han sido contados, aquellos que abren nuevos panoramas y técnicas para la ciencia y la eficacia de ella.
Es así como llegamos al descubrimiento más reciente de la comunidad científica, más específicamente en el Instituto de Biotecnología Molecular, o por sus siglas IMBA, que a su vez forma parte de la Academia de Ciencias de Austria y del Instituto Tecnológico de Zúrich, o ETH.
Es aquí donde se dio lugar a la publicación en el portal de Nature de una nueva técnica desarrollada para el estudio de las mutaciones múltiples en el cerebro humano, esto parte con base en tecnología genética y al estudio de organoides. Esta técnica será muy útil para la detección de células comprometidas y redes genéticas relacionadas con la aparición del Trastorno del Espectro Autista, o mejor conocido como TEA.
En primera instancia, para poder comprender un poco de este importante avance científico, debemos tener en claro que los Organoides son microtejidos multicelulares tridimensionales, estos son obtenidos de células madre que han sido estructuradas para recrear la estructura y la funcionalidad de órganos humanos, como en este caso, de un cerebro.
Lo que hicieron Chong Li, autor principal de la investigación, Jürgen Knoblich, director del IMBA, y otros autores que participaron en la investigación, fue la creación de un organoide cerebral, en otras palabras, una versión en miniatura de un cerebro humano, creada a partir de tecnología de cultivo celular controlada en un laboratorio.

Sin duda, un gran avance para los científicos que estudian la complejidad de este órgano en particular, ya que, solamente el modelo de un cerebro humano puede copiar la complejidad de un cerebro humano real, es en palabras de Knoblich.
Aunque, eso no es todo, el verdadero logro fue la creación de “CRISPR-human organoids-scRNA-seq”, o CHOOSE por sus siglas, así fue denominada la técnica creada para detectar agrupaciones completas de genes reguladores transcripcionales clave, células encargadas de trabajar con el ADN, importantes para el desarrollo del autismo en una persona.
De hecho, los expertos han llegado a conclusiones anteriormente en las que aseguran que muchos de los genes que tienen participación en el desarrollo del TEA en una persona son esenciales para el desarrollo de la corteza, aunque esta afirmación sigue bajo investigación.
Con esta nueva técnica, desarrolla, CHOOSE, el análisis simultáneo de los genes de interés en un organoide es posible, prácticamente, los investigadores lograron observar a nivel celular los efectos de las mutaciones relacionadas con el TEA, y así mismo, mapear el desarrollo que tuvieron.
Hasta el momento, los investigadores detrás de este descubrimiento han logrado detectar 36 mutaciones, ya conocidas por tener comorbilidad con el desarrollo del autismo, y que sí provocan cambios a nivel celular mientras se desarrolla el cerebro.
Este ha sido una gran noticia para la ciencia en general, avances como estos no se obtienen todos los días, es un descubrimiento reciente que aún no alcanza el máximo de su potencial, pero, sin duda, esta nos guiará a nuevas aportaciones para terminar de entender el cerebro humano, y más en específico, cómo se desarrolla el TEA en él.