Enséñame de Ciencia
CienciaCuriosidades Científicas y más.Medicina y SaludMundoNaturaleza

Cielos oscuros: La sorprendente importancia que tienen para los humanos y por qué se deben proteger

Salir de la ciudad y disfrutar de los paisajes, aire sin contaminantes y la naturaleza, son uno de los beneficios que nos ofrecen las zonas rurales, pero, sin duda alguna, estos sitios son ideales para los amantes de los eventos astronómicos.

Si bien en la ciudad algunas veces se pueden apreciar cielos muy bonitos, la contaminación lumínica y ambiental afecta severamente la observación para los amantes de la astronomía, además de las condiciones climatológicas.

¿Por qué es importante tener cielos oscuros?

Gracias al crecimiento de la población y agrupación en las grandes ciudades, la demanda por servicios como electricidad, son indispensables en todo momento, garantizando así la seguridad de las personas, pero también, para poder llevar a cabo las actividades industriales que no paran.

Hoy en día, las personas trabajan durante el día y la noche, por lo que, la luz artificial que se necesita para desempeñar las actividades humanas, ha disminuido la oscuridad de la noche.

Sin embargo, es importante mantener los cielos oscuros, ya que son parte de la historia del ser humano al estar directamente conectados con diversos procesos biológicos, de los cuales también depende nuestra salud.

Salud

De acuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México, «aunque ciertas personas se definan a sí mismas como criaturas nocturnas, lo cierto es que nuestro cerebro, por medio de receptores, asocia el día con la actividad y la necesidad de responder y actuar».

Con el cambio de luz natural durante el día, los receptores del cerebro se estimulan de manera diferente y al atardecer, cuando el cielo se torna anaranjado – rojizo, esos mismos receptores dejan de ser estimulados y de acuerdo con un artículo, «se produce melatonina, una hormona que incita al sueño profundo».

Además de esto, la luz artificial también afecta directamente sobre nuestro ritmo circadiano. El sistema circadiano consiste en una especie de reloj principal, localizado en el cerebro, específicamente en el núcleo supraquiasmático (NSQ) y por su interacción con tejidos del cuerpo con capacidad de oscilar con ciclos de 24 horas, conocidos como osciladores.

Este reloj biológico se encarga de transmitir ritmos de 24 horas a todos los tejidos por medio de señales neurales y señales hormonales (melatonina y corticosterona) y está directamente relacionado con la hora del día, en lo que se conoce como sincronización circadiana.

La luz artificial genera una desincronización circadiana y de acuerdo con un artículo, esto genera que «muchas funciones se realicen con una intensidad inadecuada para los requerimientos del ambiente».

«La referencia temporal más potente que rige al sistema circadiano es la alternancia del ciclo luz-oscuridad y son las células de la retina las que le comunican al reloj biológico el estado de luminosidad correspondiente al día y la noche. La señal de luz activa a las neuronas del NSQ y activa genes cíclicos conocidos como genes reloj, que miden el tiempo a nivel celular. Otros eventos externos cíclicos que también afectan al sistema circadiano son los cambios de temperatura, sonidos sociales, el consumo de alimento, etcétera», acentúa la UNAM.

Astronomía

Realizar observaciones y estudio de los cielos nocturnos es una actividad que el ser humano ha desempeñado durante su paso por la Tierra. Sin embargo, esta actividad cada día se ve más afectada por la cantidad de partículas de luz artificial que existen, además de la contaminación, lo cual impide ver objetos celestiales.

Naturaleza

Los humanos no somos los únicos que nos vemos afectados por la luz artificial, de la misma forma que se rige nuestro cerebro en relación luz – oscuridad, lo hacen millones de animales y plantas, afectando severamente sus actividades, incluso adelantando o atrasando sus ciclos reproductivos, al igual que las migraciones en algunos casos.

Lo que pocas personas saben es que, los seres humanos tenemos el derecho a los cielos oscuros. Diversos países llevan a cabo acciones para proteger el cielo de la contaminación lumínica y en el caso de México, desde el 2021, existen una ley promulgada para definir parámetros como la cantidad de luz, rango, niveles lugares y zonas protegidas (reservas ecológicas, observatorios astronómicos, entre otros).

Comparte ciencia, comparte conocimiento.

Descubre más desde Enséñame de Ciencia

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo