Si al cocinar carne molida notas esto, es mejor que la tires de inmediato
Desde el inicio de la especie humana por el planeta, se ha buscado la forma de preservar por más tiempo los alimentos.
Nuestros antepasados no contaban con los recursos que hoy en día se tienen, para poder almacenar alimentos perecederos, por lo que, las técnicas de salado y ahumado, fueron una de las primeras que se utilizaron para prolongar el tiempo de vida útil de la proteína animal y así, consumirla en tiempos de escasez de comida.
En estos momentos, existen diferentes formar de preservar la comida, pero, sin duda alguna, congelar los alimentos es la técnica más utilizada, ya que se ha visto que es la forma de prolongar la comida por más tiempo, sin alterar las propiedades de las mismas.
A pesar de lo efectivo que resulta congelar los alimentos, el tiempo siempre será el enemigo natural de los alimentos perecederos, así como los patógenos oportunistas que pueden descomponer rápidamente el estado de los productos.
Uno de los alimentos con los que se tiene que tener un mayor cuidado, es la carne roja. Esta proteína de origen animal cuando se encuentra fresca, atrae rápidamente a moscas que, además de contar con una gran cantidad de bacterias y patógenos en su cuerpo, depositan sus huevos en ella, para que, su descendencia tengan alimento durante su desarrollo.
Además de esto, la carne roja se descompone rápidamente a temperatura ambiente, por eso es fundamental que, una vez que se compre, se separe en porciones y se congele inmediatamente lo que no se va a consumir.
Una de las formas más prácticas de comer carne roja, es molida o picada. Gracias a esta presentación de la proteína, las personas pueden utilizar en diversos platillos, sin embargo, la consistencia original cambia.
Con el cambio de textura original, es difícil saber si la carne que se encuentra en el refrigerador se encuentra en buen estado. Pero, existen características que te alertaran sobre el estado de la proteína y si ves alguna de las siguientes señales, lo mejor será que tires inmediatamente.
Olor
El olor de la carne en mal estado es muy característico, ya que es un aroma tan fuerte a putrefacción, que se puede impregnar fácilmente en toda una habitación. Si tu carne desprende una tenue o fuerte pestilencia, lo mejor será que tires de inmediato.
Para aprender a distinguir los olores de una carne buena y una en mal estado, es recomendable que desde que compras tu proteína la huelas, esto te dará una comparativa de su olor original.
Color
La carne fresca tiene un característico color rojo brillantes, debido a la cantidad de sangre presente en el tejido, sin embargo, conforme pasan los días, es normal que la carne pierda esta coloración. Esto se debe a la exposición a los factores ambientales como la luz y el oxígeno provoca la oxidación en el tejido animal, lo que provoca la descomposición de los pigmentos de color.
Es por eso que lar carne puede tornarse en tonos más opacos, pero, si se encuentran manchas de color verde, rojo o amarillo, podría tratarse de la presencia de una bacteria, por lo que debes de tirar inmediatamente la carne.
Textura
A pesar de que la carne picada (como ya se mencionó), no tiene la misma textura que en trozo, esta siempre se debe de poder manipular. Sin embargo, si tu carne se siente viscosa o pegajosa, lo mejor será que no la consumas.