¿Cuántos tipos de comillas hay y cuándo debo usarlas? Esta es la respuesta de la RAE

El Diccionario de la lengua española (DLE) define a las comillas como un “signo ortográfico doble usado para enmarcar la reproducción de citas textuales y, en la narrativa, de los parlamentos de los personajes o de su discurso interior, y para delimitar títulos de artículos, poemas, conferencias, etc., así como las palabras y expresiones que se desea resaltar por ser impropias, vulgares o de otras lenguas”.

En realidad, de forma resumida la definición dice mucho sobre el qué es y cuándo se debe aplicar. Sin embargo, existen 3 tipos de comillas, además de recomendaciones más puntuales que se debe considerar.

Tipos de comillas y cuándo usar cada una

1. Las comillas españolas, también conocidas como latinas y angulares (« »). La recomendación de la Real Academia Española (RAE) es usar estas comillas en primera instancia, pero no siempre se usa ya que no son las más accesibles en los actuales teclados y dispositivos.
2. Las comillas inglesas (“ ”). La RAE recomienda emplearlas en segunda instancia. En otras palabras, para colocar dentro de una frase u oración que ya ha sido entrecomillada con las comillas españolas.
3. Las comillas simples (‘ ’). Constan de un solo rasgo de apertura y otro de cierre, y se emplean para indicar que una palabra o expresión está siendo utilizada en su valor.

De forma general, la RAE nos dice que en textos impresos, se recomienda usar en primer lugar las comillas angulares (« »), reservando las inglesas (“ ”) y las simples (‘ ’) para entrecomillar partes de un texto ya entrecomillado. A continuación, algunos ejemplos:

• «La RAE citó: “Y el gato dijo: ‘Miau’”».
• «Antonio me dijo: “Vaya ‘cacharro’ que se ha comprado Julián”».

¿En qué situaciones se emplea las comillas?

El uso de las comillas es diverso, en la definición misma se mencionan. Puedes ver todos los casos de su uso en el Diccionario panhispánico de dudas; de igual manera, a continuación, vamos a mostrar los usos más frecuentes de las comillas tal y como lo indica la FundéuRAE:

1. Marcar citas textuales: Mauricio Macri criticó los «discursos del odio», aunque si la cita es muy larga, como sucede en ocasiones en los libros, la costumbre actual es darle un sangrado mayor que el del resto del texto y reproducir la cita en cuerpo de letra menor o en cursiva.

2. Señalar el carácter especial de una palabra o expresión; por ejemplo, que es vulgar o que se emplea con ironía: He tenido unas vacaciones «durísimas». También cuando se usa una voz perteneciente a otra lengua y no se dispone de letra cursiva: Los bancos alertan del fraude por «phishing». La ortografía académica precisa que, excepcionalmente, en los titulares de prensa pueden emplearse para ese fin las comillas simples: La ‘app’ que obliga a tus hijos a hacer ejercicio.

3. Delimitar la extensión del título de cualquier parte interna de una publicación (un artículo, un reportaje, un cuento, una canción, etc.), sobre todo cuando este título se cita junto al título general de la obra que la contiene (por ejemplo: «La biblioteca de Babel» es un relato del libro Ficciones).

4. Marcar la longitud de los nombres de leyes, programas, planes, proyectos, asignaturas,, cuando se citan dentro de un texto y son muy largos. En estos casos, solo se escribe con mayúscula la inicial de la primera palabra, pues las comillas ya se encargan de delimitar la extensión del título: «Lingüística aplicada a la enseñanza de español como lengua extranjera».

5. Delimitar los títulos de ponencias, discursos, exposiciones, etc., así como de los apodos y alias que se intercalan entre el nombre de pila y el apellido.