James Webb acaba de hacer un descubrimiento que puede revelar misterios que la ciencia no puede explicar

James Webb captura una rara fase estelar con un detalle sin precedentes
En un artículo anterior mencionamos que la NASA había informado que el 14 de marzo los científicos hablarán de los últimos descubrimientos científicos del James Webb y de cómo este observatorio seguirá explorando regiones desconocidas del espacio. La parte más emocionante de esta era la revelación de una imagen nunca vista del Telescopio Espacial James Webb (JWST).
Ahora ya la tenemos, la nueva vista de Webb revela una rara fase estelar, además de fotografiar a la estrella en cuestión con un detalle sin precedentes. Según los colaboradores de la NASA, esta nueva captura de una estrella Wolf-Rayet se realizó durante las primeras observaciones realizadas por el telescopio espacial James Webb de la NASA en junio de 2022.
Webb lleva realizando sus operaciones científicas desde el pasado 12 de julio, pero ha pasado más de un año desde su lanzamiento. Al tratarse del mayor y más complejo observatorio jamás lanzado al espacio, JWST pasó por un periodo de seis meses de preparación antes de iniciar sus operaciones científicas. Como la nueva imagen de Webb corresponde a las observaciones de junio de 2022, significa que entonces se encontraba todavía en la fase de calibración y preparación del telescopio.
La nueva imagen de Webb muestra a WR 124, una estrella que se encuentra a 15.000 años luz de distancia, en la constelación de Sagitta. Gracias a su enorme capacidad para ver el infrarrojo, el telescopio logró captar a la estrella con un detalle sin precedentes. WR 124 tiene 30 veces la masa del Sol y hasta el momento ha perdido alrededor del 30% de esa masa, el gas expulsado se enfría y brilla en el infrarrojo que es justamente lo que ahora vemos.
La fase que el telescopio observó no es una cualquiera, empezando porque es bastante fugaz y solo algunas estrellas la experimentan antes de estallar. En la imagen la estrella que está por convertirse en supernova luce como una rosa, donde el polvo y gas que expulsa da el aspecto de los pétalos; solo que como mencionamos, se trata de algo efímero; la fase Wolf-Rayet es breve y se dan en pocas estrellas. Esto significa que la observación es especial, y desde luego muy valiosa para los astrónomos.
Los científicos se muestran sumamente interesados en estas observaciones, principalmente debido a que involucra dos importantes cuestiones: primero, este polvo estelar que queda disperso y de alguna manera sobrevive al estallido, acabará convirtiéndose en cuna de nuevas estrellas; segundo, porque de esto pueden surgir planetas y otros cuerpos cuando el material se agrupa, e incluso los componentes mismos de la vida.
Por otra parte, todavía no hay una explicación concluyente sobre el balance total de polvo cósmico en el universo. En concreto, en el universo hay más polvo cósmico de lo que la ciencia puede explicar, los astrónomos aún batallan por descubrir el origen de este “exceso”.
El James Webb abre la posibilidad de poder estudiar el origen del polvo cósmico que no encaja en los modelos actuales. Por ejemplo, si se precisa la cantidad exacta de polvo que sobrevive a la explosión de una supernova, podría influir de manera importante sobre el balance total. Anteriormente esto solo fue una idea, ahora finalmente se puede estudiar con datos. De esta forma podemos decir que la vista detallada de WR 124 nos acerca a un futuro de descubrimientos que por fin revelen los misterios del polvo ocultos durante mucho tiempo.