Se colocaron cámaras a delfines en mar abierto, y los resultados son asombrosos

La Marina de los Estados Unidos de América en conjunto con la Fundación Nacional de Mamíferos Marinos (NMMF) del mismo país colocaron cámaras sujetas a los cuerpos de seis delfines nariz de botella (Tursiops truncatus) y esto permitió observar el comportamiento de estos animales en mar abierto como nunca antes se había hecho.
Los resultados fueron publicados recientemente en la revista Plos One y se presume como la primera vez que se obtiene algo parecido, según describen los autores del estudio, «se han grabado sonidos y videos de delfines, sin embargo, el sonido y el video juntos nunca se han utilizado para observar el comportamiento de los delfines», algo que sí se pudo lograr en esta ocasión.
Los seis animales marinos estudiados son parte de la Marina de los Estados Unidos, están entrenados para localizar minas submarinas y se les deja libres en mar abierto todos los días, teniendo la oportunidad de cazar y alimentarse de manera natural en la Bahía de San Diego.
Esto dio una ventaja muy importante a los investigadores, ya que les permitió colocar las cámaras a sus cuerpos sin ningún problema y observar de cerca la conducta de los delfines marinos durante seis meses mientras acechaban, atrapaban y consumían a sus presas, algo que definitivamente no podrían realizar con animales salvajes.
Por suerte, las imágenes y sonidos obtenidos fueron bastante emocionantes, y permitió obtener nuevos conocimientos sobre la estrategia de caza, alimentación y comunicación de los delfines marinos, aunque bien es cierto que los animales estudiados no son del todo salvajes, debido a que se les ha permitido estar en vida libre constantemente, describe Sam Ridgway, veterinario de mamíferos marinos de la NMMF, que «es probable que estos animales utilicen métodos similares a los de sus hermanos salvajes».
De esta manera, las filmaciones de meses permitieron observar a los delfines cazando libremente, un resultado asombroso a la vez que feroz, asimismo, los científicos comprobaron que estos animales además de sociables y excepcionalmente inteligentes, son excelentes cazadores.
Los delfines para encontrar a sus presas utilizan ecolocalización, que básicamente es la emisión de una amplia gama de sonidos en forma de breves ráfagas de impulsos sonoros llamados «clics», obtienen información sobre el entorno mediante el análisis de los ecos que vuelven.
Pues bien, se encontró en el estudio que estos animales emiten un montón de «clics», a intervalos de 20 a 50 milisegundos, durante el acecho, y, después de capturar a su presa, expresan alegres chillidos… Un poco inquietante, ¿no?
En este vídeo puedes observar y escuchar a un delfín cuando localiza y posteriormente consume a una serpiente marina. Los movimientos bruscos de la cabeza son indicativos de la deglución de presas. La serpiente se observa en el segundo 0:06. Crédito:Plos One
Además, observaron que si bien la ecolocalización es de gran ayuda para encontrar a sus presas a distancia, los delfines utilizan sus ojos para el mismo efecto cuando se acercan a su banquete, nadando boca abajo para que sus ojos giratorios tengan una visión clara.

Mediante las filmaciones también se grabó el sonido de los potentes latidos del corazón de los animales, que trabajan a todo vapor para responder a la demanda de la extenuante persecución. Asimismo, se observó que en la mayoría de los casos los animales succionaron a los peces por los lados de sus bocas abiertas, expandiendo los músculos de la garganta, aunque se pensaba anteriormente que la estrategia principal era «abalanzarse sobre los peces».
Finalmente, una de las cuestiones más asombrosas, además de observar cómo cada individuo era capaz de cazar hábilmente más de 60 peces, fue el avistamiento de un delfín consumiendo 8 serpientes marinas de vientre amarillo altamente venenosas sin ningún signo de enfermedad, aunque los investigadores reconocen que esto puede ser un comportamiento inusual de estos animales cautivos.
Todos los detalles: Plos One